La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner permanece
internada en una clínica privada de la Ciudad de Buenos Aires luego de ser
operada de urgencia por un cuadro de apendicitis aguda con peritonitis
localizada, y evoluciona de manera estable, sin fiebre ni complicaciones, según
el parte médico difundido ayer.
Kirchner ingresó al Sanatorio Otamendi el sábado por la
tarde, tras presentar dolores abdominales agudos que motivaron una evaluación
médica y una intervención quirúrgica inmediata. La operación fue informada como
exitosa en un primer parte emitido esa misma noche. Desde entonces, el centro
de salud adoptó un esquema de seguimiento clínico estricto, acorde a los
riesgos que implica una peritonitis, aun cuando sea localizada.
El informe médico, firmado por la directora médica del
sanatorio, Marisa Lanfrandoni, indicó que la paciente continúa con tratamiento
antibiótico y con un drenaje peritoneal, lo que impide por el momento el alta
médica. La ausencia de fiebre y de síntomas adicionales es considerada un signo
de evolución favorable, aunque el criterio médico es mantener la internación
hasta completar el tratamiento y reducir riesgos de complicaciones infecciosas.
Por ahora no se estableció una fecha de alta y no se
informaron cambios en el protocolo terapéutico ni la necesidad de nuevas
intervenciones. La continuidad de la internación dependerá de la respuesta al
tratamiento antibiótico y de la evolución del drenaje. El sanatorio continuará
emitiendo partes médicos oficiales, mientras la atención pública se mantiene
sobre la evolución de la salud de una de las principales figuras de la política
argentina.
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