El Gobierno dictó la conciliación obligatoria y dejó sin
efecto el paro de controladores aéreos convocado por Atepsa, lo que permitió
restablecer la operación normal y continua de la navegación aérea en todos los
aeropuertos del país, en un período clave por las Fiestas y el inicio de la
temporada turística.
La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y
Seguridad a la Aeronavegación había anunciado un cronograma de medidas de
fuerza entre el 17 y el 29 de diciembre, con paros parciales que ya habían
afectado vuelos nacionales e internacionales. El conflicto se arrastraba desde
noviembre, con reclamos laborales vinculados a reincorporaciones, condiciones
operativas y presuntos incumplimientos del convenio colectivo. Ante el impacto
creciente en el transporte aéreo, la Secretaría de Trabajo intervino para abrir
una instancia de negociación formal.
Según datos oficiales, las primeras jornadas de paro
afectaron a más de 41.000 pasajeros y obligaron a reprogramar decenas de
vuelos. Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, modificó 155 operaciones, con
impacto directo sobre más de 20.000 usuarios. Con la conciliación obligatoria
en vigencia, EANA informó que se recuperó la previsibilidad del sistema y que
los vuelos se desarrollan con normalidad en todas las franjas horarias, lo que
reduce el riesgo de nuevas cancelaciones o demoras masivas.
La conciliación abre un plazo de negociación en el que las
partes deberán suspender medidas de fuerza mientras avanzan las conversaciones.
En paralelo, continúa una investigación judicial iniciada tras una denuncia de
EANA por presuntos riesgos a la seguridad operacional durante las protestas. El
resultado de ese proceso y la capacidad de las partes para alcanzar un acuerdo
determinarán si el conflicto se encamina a una solución estable o si reaparecen
tensiones una vez vencido el período de conciliación.
#ParoAéreo #ConciliaciónObligatoria #Vuelos #EANA #Atepsa
#TransporteAéreo




