Al menos seis personas murieron ayer en dos siniestros viales ocurridos en rutas nacionales de alto tránsito en Santiago del Estero y Córdoba, donde colisiones de gran violencia provocaron víctimas fatales, heridos graves y afectaciones en la circulación. Los episodios volvieron a exponer los riesgos estructurales del transporte en corredores estratégicos y el impacto inmediato en comunidades y usuarios frecuentes de esas vías.

El accidente más grave se registró en el kilómetro 1195 de la Ruta Nacional 9, a la altura de la localidad de Chañar Pozo, en Santiago del Estero. Allí, un automóvil Volkswagen Voyage y una camioneta Toyota Hilux colisionaron de frente mientras circulaban en sentidos opuestos en un tramo habilitado de manera provisoria mediante un by pass por banquina. El choque dejó cinco personas fallecidas y tres heridas, que fueron trasladadas al Centro Integral de Salud de Termas de Río Hondo.

Horas más tarde, en la Ruta Nacional 8, en el sur de Córdoba, un camión con acoplado que transportaba cal hidratada perdió el control, salió de la calzada e impactó contra un árbol. El vehículo se incendió tras el golpe y el conductor murió atrapado en la cabina. Ambos hechos ocurrieron en corredores que conectan zonas productivas y turísticas, con circulación constante de vehículos particulares y de carga.

Las autoridades provinciales confirmaron la interrupción parcial del tránsito en ambos puntos mientras se realizaban peritajes y tareas de remoción. En Santiago del Estero, intervinieron efectivos policiales, bomberos voluntarios y personal de Criminalística para determinar la mecánica del choque frontal, mientras que en Córdoba el incendio del camión obligó a desplegar un operativo especial para controlar el fuego y evitar riesgos ambientales.

Según datos oficiales de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, las rutas nacionales concentran una proporción significativa de los siniestros fatales del país, con choques frontales y despistes como principales causas de mortalidad. Los hechos del lunes se suman a una estadística que mantiene a la siniestralidad vial como una de las principales causas de muerte no natural en Argentina.

Las investigaciones en curso deberán establecer responsabilidades y eventuales fallas en la infraestructura o en las condiciones de circulación. En paralelo, los siniestros reactivan el debate sobre la necesidad de obras de mejora, señalización adecuada y controles preventivos en tramos críticos de la red vial. Las conclusiones de las pericias y las decisiones que adopten los organismos competentes serán clave para reducir riesgos en rutas que sostienen gran parte del tránsito interprovincial.

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