Donald Trump y Xi Jinping se reúnen hoy en Busan, Corea del Sur, con el objetivo de estabilizar las relaciones comerciales entre sus países. La cita se produce tras meses de medidas arancelarias recíprocas que tensionaron mercados y cadenas de suministro globales.

El encuentro busca concretar avances sobre la reducción de aranceles y la flexibilización de restricciones a minerales estratégicos, clave para industrias de alta tecnología y defensa. Ambos líderes han manifestado interés en mantener canales abiertos y evitar un escalamiento mayor.

Previo a la cumbre, Trump suavizó sus declaraciones sobre posibles sanciones, destacando la importancia de la cooperación china en el control del fentanilo y en garantizar suministros de tierras raras. Xi, por su parte, mantiene su enfoque en reforzar la imagen de China como socio confiable en la región Asia-Pacífico.

El mercado estadounidense reaccionó positivamente ante la expectativa de acuerdos, reflejando subas en la bolsa y alivio en sectores afectados por la guerra comercial. Analistas coinciden en que, aunque persistan rivalidades estructurales, la cumbre podría marcar un punto de distensión crucial.

Tras la reunión, Trump regresará a Washington mientras Xi continuará en Corea del Sur participando de encuentros regionales, consolidando una estrategia que combina cooperación económica y posicionamiento geopolítico en el marco de la cumbre de APEC.

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