Rusia dio un paso más en su estrategia de fortalecimiento
militar. La Duma Estatal aprobó una profunda reforma del sistema de
reclutamiento que convertirá la instrucción militar en un proceso continuo
durante todo el año, dejando atrás los tradicionales períodos de alistamiento
de primavera y otoño.
La nueva legislación otorga a los convocados un plazo
máximo de 30 días para presentarse en los centros de reclutamiento desde el
momento en que reciben la citación. Quienes no lo hagan serán considerados
evasores y pasarán a integrar una lista nacional de búsqueda, una medida que
endurece la presión sobre los jóvenes en edad de servicio.
El Kremlin busca con esta modificación acelerar la
preparación de tropas y mantener un flujo constante de personal en medio de las
bajas registradas en el frente ucraniano. El objetivo del gobierno es
incorporar antes de fin de año a 135.000 nuevos soldados, la cifra más alta en
casi una década.
Aunque la ley prohíbe oficialmente que los reclutas
participen en combates fuera del territorio ruso, diversas organizaciones
denuncian que algunos jóvenes han sido enviados al frente poco después de
completar su instrucción básica. Este cambio, advierten analistas, podría
facilitar aún más su movilización hacia zonas de conflicto.
Desde 2022, Vladimir Putin ha impulsado un incremento
sostenido del gasto militar y la expansión del ejército, que ya supera 1,3
millones de efectivos. Con la nueva reforma, Rusia avanza hacia un modelo de
militarización permanente que recuerda a la era soviética y consolida el
control estatal sobre las futuras generaciones.
#Putin #Rusia #ReclutamientoMilitar #Ucrania #EjércitoRuso #Guerra




