El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ayer en la Casa Blanca que cree haber alcanzado “un acuerdo” que podría poner fin a la guerra en Gaza y posibilitar la liberación de rehenes retenidos por Hamas. Sus declaraciones llegan tras reuniones con líderes árabes y la inminente visita del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a Washington.

Funcionarios estadounidenses indicaron que la Casa Blanca promovió una propuesta amplia —reportada como un plan de 21 puntos— que busca detener la violencia, asegurar la devolución de prisioneros y relanzar negociaciones entre las partes. Trump dijo que las conversaciones son “intensas” y que los próximos encuentros buscarán formalizar un marco de paz.

Las declaraciones del mandatario se producen horas después del encendido discurso de Netanyahu en la Asamblea General de la ONU, en el que defendió la campaña militar en Gaza y rechazó la posibilidad de reconocer un Estado palestino, al tiempo que pidió medidas duras contra Irán. Ese tono eleva la complejidad diplomática de cualquier acuerdo que pretenda frenar la guerra.

Organismos internacionales y medios advierten, sin embargo, que aún no hay detalles públicos del supuesto pacto ni plazos confirmados para la liberación de los rehenes. Mientras tanto, la violencia persiste en Gaza y la crisis humanitaria continúa profundizándose, por lo que cualquier avance deberá combinar garantías de seguridad con salvaguardas humanitarias.

La Casa Blanca confirmó la próxima reunión entre Trump y Netanyahu, en la que se espera intentar formalizar acuerdos y clarificar compromisos. Analistas coinciden en que, aunque el anuncio presidencial genera expectativas, la concreción de un alto el fuego y la liberación de rehenes demandarán negociaciones técnicas y garantías verificables por terceros.

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