En una nueva escalada del conflicto regional, Israel lanzó anoche una serie de ataques aéreos contra instalaciones de Hezbollah en el Líbano, a pesar del alto el fuego vigente desde finales de 2024. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los blancos incluían fábricas y depósitos subterráneos de misiles en el estratégico Valle de la Becá.

El ministro de Defensa, Israel Katz, justificó la ofensiva afirmando que Hezbollah intentaba reconstruir su capacidad ofensiva. “No permitiremos que rearmen sus arsenales. Responderemos con fuerza implacable”, declaró. La acción se produce luego de que el presidente libanés pidiera al grupo chií entregar sus armas al Estado.

Los ataques israelíes impactaron zonas cercanas a Brital y Nasiriyah, las mismas que semanas atrás sufrieron bombardeos con múltiples víctimas. Desde noviembre de 2024, cuando se firmó el alto el fuego, Israel ya ha lanzado más de 30 operaciones similares, según fuentes militares.

El conflicto ha generado tensiones internas en Líbano, donde crecen las voces que exigen a Hezbollah ceder el control de su armamento. Sin embargo, el grupo chií insiste en que desarmarse sería entregar ventaja militar a su enemigo histórico.

Estados Unidos, por su parte, mantiene presiones diplomáticas sobre el gobierno libanés para avanzar en el desarme. La ONU ha condenado la continuidad de los ataques y advierte sobre el riesgo de una reactivación del conflicto armado en la región.

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