El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó ayer
su "profundo lamento" por el bombardeo que alcanzó la única iglesia
católica de Gaza, la Iglesia de la Sagrada Familia, calificándolo de
"munición perdida" y "un error". Este incidente, que según
el Ministerio de Sanidad gazatí dejó al menos tres muertos, se suma a otras dos
iglesias alcanzadas por ataques israelíes desde el inicio del conflicto en
octubre de 2023, intensificando la condena internacional y las tensiones
diplomáticas.
Netanyahu, en un comunicado, agradeció al Papa León XIV sus
"palabras de consuelo" y aseguró que Israel está investigando el
incidente, reafirmando su compromiso con la protección de civiles y lugares
sagrados. El Pontífice, por su parte, hizo un "nuevo llamamiento a un alto
el fuego inmediato" en la Franja de Gaza, expresando su "profunda
esperanza" por un diálogo y una paz duradera en la región. Según testigos,
unas 400 personas desplazadas por la guerra se refugiaban en el templo en el
momento del impacto.
El ataque provocó una reacción "no positiva" del
presidente estadounidense, Donald Trump, quien llamó a Netanyahu para expresar
su desacuerdo. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el
primer ministro israelí aseguró a Trump que el bombardeo se debió a un
"error". Entre los heridos se encuentra el párroco argentino de la
iglesia, Gabriel Romanelli.
Este suceso ocurre mientras la ofensiva israelí en Gaza,
iniciada en respuesta a los ataques del 7 de octubre de 2023, ha causado más de
58.600 muertes de palestinos según las autoridades del enclave, y se teme que
la cifra real sea aún mayor. La situación humanitaria en la Franja es crítica,
y la comunidad internacional continúa demandando un cese de las hostilidades.