Francia y el Reino Unido intensificaron los envíos de ayuda
humanitaria a la Franja de Gaza mediante lanzamientos aéreos, ante la alarmante
situación alimentaria provocada por el conflicto. En coordinación con Jordania,
Francia anunció el envío de 40 toneladas de víveres y el Reino Unido concretó
entregas valoradas en medio millón de libras.
Las operaciones fueron habilitadas luego de que Israel
permitiera una pausa parcial en los combates, mientras Naciones Unidas advierte
que 2,4 millones de personas enfrentan desnutrición severa. La ONU insiste en
que los corredores terrestres son indispensables para contener la emergencia.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Noël
Barrot, reclamó la reapertura de los accesos a Gaza y reconoció que el envío
aéreo “no es suficiente” para cubrir las necesidades. Reino Unido, por su
parte, subrayó que el objetivo es prevenir una hambruna masiva.
El primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió a
Israel que podría reconocer a Palestina como Estado si no se avanza en un cese
al fuego. Además, mantuvo contactos con Mahmud Abbas, el rey Abdalá II y el
primer ministro canadiense para coordinar el esfuerzo humanitario.
La presión internacional sobre Israel aumenta a medida que
se agrava la situación en Gaza, donde los organismos humanitarios siguen
exigiendo la habilitación del acceso terrestre como única vía viable para
responder a la magnitud de la crisis.
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