Con el inicio de julio, y luego de que YPF aplicara un
nuevo aumento del 3,5% en los precios de las naftas y el gasoil —sumándose al
5% remarcado por otras petroleras la semana anterior—, la carga de combustible
en Argentina se ha convertido en una odisea económica con diferencias de hasta
$300 por litro en la nafta súper, lo que equivale a casi un 30% de variación de
un punto a otro del país.
Un relevamiento realizado por TN en diversas provincias y
ciudades de Argentina ha puesto de manifiesto esta marcada disparidad. En la
Ciudad de Buenos Aires (CABA), el litro de nafta súper pasó de $1186 a $1216,
mientras que la nafta premium subió de $1405 a $1440. El gasoil se ubica en
$1221 y el gasoil premium en $1409. Sin embargo, al alejarse de la capital, los
precios comienzan a escalar considerablemente. Por ejemplo, en Mar del Plata,
la nafta súper de YPF alcanza los $1398, y en el conurbano bonaerense puede
oscilar entre $1228 y $1255.
Las provincias presentan un panorama aún más fragmentado.
Misiones se posiciona como una de las más caras, con la nafta súper a $1356 y
la premium a $1565. Le siguen de cerca Santa Fe, donde la súper se vende a
$1336 y la premium a $1534, y Córdoba, con valores de $1313 y $1512
respectivamente. Salta mantiene precios similares ($1313 la súper y $1514 la
premium), mientras que en Mendoza rondan los $1240 y $1462. En Jujuy, los
costos son de $1361 para la súper y $1569 para la premium.
En contraste, las provincias del sur exhiben los precios
más accesibles. En Santa Cruz, la nafta súper de YPF se encuentra a $1020 y la
premium a $1303. En Bariloche, la súper cuesta $1087 y la premium $1295, y en
Neuquén, la nafta súper está a $1145 y la premium a $1357. Esta brecha lleva a
una diferencia de casi $200 por litro de nafta súper entre CABA y Santa Cruz, y
se amplía a $336 por litro si se compara Santa Cruz con Misiones.
Las razones detrás de estas diferencias son múltiples. Juan
José Carbajales, director de la consultora Paspartú, explicó que factores como
la logística y la distancia de las estaciones de servicio a las refinerías
influyen considerablemente. Además, señaló que las tasas municipales que
aplican algunas comunas pueden generar variaciones en los impuestos que
componen el precio final del combustible.
Carbajales también destacó que, históricamente, el pricing
de YPF no ha respondido a una regulación específica, sino a políticas
comerciales. Si bien los combustibles solían ser más baratos en el AMBA, esta
tendencia se ha revertido progresivamente en los últimos años. Asimismo, la
petrolera estatal ha implementado una política de precios diferenciados por
bandas horarias durante la madrugada, rompiendo con esquemas anteriores y
aplicando un criterio de micropricing para eliminar ciertos descuentos históricos.
Fuente: TN.com.ar