Una decisión del Gobierno de Córdoba generó un fuerte
revuelo en la provincia: la oficialización del pase a retiro obligatorio de
Maximiliano Ochoa Roldán, exjefe de la Policía Caminera, quien se encuentra
detenido e imputado como presunto líder de una red delictiva. Esta medida
implica que Ochoa Roldán podrá cobrar una jubilación superior a los 4 millones
de pesos mensuales, a pesar de permanecer bajo arresto preventivo en el penal
de Bouwer.
La resolución, firmada por el ministro de Seguridad
provincial, Juan Pablo Quinteros, desvinculó de manera definitiva a Ochoa
Roldán de la fuerza policial. Según medios locales y lo detallado en el Boletín
Oficial, esta medida podría transformarse en una sanción segregativa más
adelante, dependiendo de lo que determinen la Justicia o la investigación
administrativa interna.
El beneficio económico que percibirá Ochoa Roldán ha
causado indignación en la opinión pública. A diferencia de otros efectivos
policiales que enfrentan procesos judiciales y son pasados a situación pasiva,
cobrando solo el 30% de su salario hasta la resolución de la causa, el exjefe
de la Caminera recibirá el monto íntegro de su jubilación. Este derecho se
mantendrá a menos que sea exonerado por una condena firme. "Lo pasamos a
retiro, ahora es un tema de la Caja de Jubilaciones. Si la Justicia lo condena y
es exonerado, pierde el derecho a seguir cobrando”, explicó el ministro
Quinteros a El Doce TV.
Investigación por asociación ilícita
La detención de Ochoa Roldán se produjo días atrás, en un
fuerte operativo ordenado por la Justicia de Córdoba. La investigación penal lo
señala como el jefe de una supuesta red criminal conformada por otros altos
mandos de la fuerza, un suboficial, un civil y su hermano, quien ejerce como
abogado. Esta banda habría utilizado información confidencial y recursos
internos de la Policía para cometer delitos como coacción, extorsión,
enriquecimiento ilícito y peculado, entre otros.
La pesquisa, a cargo del fiscal Guillermo González, incluyó
once allanamientos en diversas localidades de la provincia, como la Ciudad de
Córdoba, Unquillo, La Calera, Cosquín, Santa María de Punilla, Huerta Grande,
La Falda y Salsipuedes. En estos procedimientos se incautaron computadoras,
teléfonos celulares, armas de fuego, documentación, dinero y vehículos, que
fueron puestos a disposición de la causa judicial.
Según la causa, la red se valía del "perfil" de
los cargos estratégicos para obtener datos reservados y negociar con personas
involucradas en ocupaciones de terrenos o conflictos judiciales. Prometían
soluciones a cambio de pagos extrajudiciales o porcentajes sobre bienes
inmuebles.
La investigación se inició a partir de información aportada
por la fiscal de Cosquín, Paula Kelm, quien conducía una causa paralela sobre
otra banda dedicada a delitos de usurpación y estafas con inmuebles. Ambos
expedientes confluyeron al comprobarse el vínculo de un civil con los altos
mandos ahora detenidos, incluido Ochoa Roldán. Los pagos exigidos a las
supuestas víctimas oscilaban entre el 20% y el 30% del valor de las
propiedades, permitiendo "arreglos" judiciales bajo la promesa de favores
o reducción de penas.
Entre los otros detenidos en el caso figuran Leonardo
Javier Torres (exjefe de asesoría letrada), Martín Darío Heredia (comisario
inspector de la Caminera), Jorge Gutiérrez (titular de Protección de Testigos),
Dante Gabriel Villalba (suboficial y chofer de Jefatura), el civil Gabriel
Burkhard, y Gastón Ochoa Roldán (abogado y hermano del exjefe). El fiscal
González aclaró que los casos bajo investigación no tienen relación con la
recaudación de multas de tránsito ni con funciones administrativas dentro de la
Caminera.