Las autoridades de Estados Unidos anunciaron anoche un
nuevo y robusto paquete de sanciones dirigido a Irán y su denominada
"flota fantasma", utilizada para evadir restricciones previas y
continuar con la exportación internacional de crudo. La medida también incluye
acciones contundentes contra el partido-milicia libanés Hezbollah, en el marco
de una estrategia reforzada por la administración del presidente Donald Trump
para presionar a Teherán a reanudar las negociaciones sobre su programa
nuclear.
Las sanciones buscan específicamente frenar las maniobras
mediante las cuales el régimen iraní estaría intentando acceder a recursos
cruciales para sus actividades internacionales y para las operaciones de la
Guardia Revolucionaria. Esta ofensiva se produce tras un reciente
enfrentamiento entre Israel e Irán, que incluyó ataques estadounidenses sobre
instalaciones nucleares iraníes.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent,
explicó que el nuevo paquete afecta a seis entidades relacionadas con la red de
exportación de crudo de Irán. Entre las organizaciones sancionadas figuran
compañías gestionadas por el empresario iraquí Salim Ahmed Said, utilizadas
para transportar petróleo iraní haciéndolo pasar por crudo iraquí. Además, la
acción sancionatoria incluye a cuatro buques identificados como parte del
entramado logístico que permite a Irán continuar vendiendo petróleo al margen
de las sanciones internacionales.
Bessent subrayó la intención del Departamento del Tesoro de
incrementar la presión sobre los recursos financieros que sustentan las
actividades consideradas desestabilizadoras del régimen iraní. "Como ha
dejado ya claro el presidente Trump, el comportamiento de Irán lo ha dejado
debilitado. Aunque tenía todas las oportunidades para elegir la paz, sus
líderes han elegido el extremismo", señaló Bessent en el comunicado
difundido tras anunciar las sanciones. El funcionario precisó que el Tesoro "seguirá
intensificando la presión sobre la capacidad del régimen de acceder a recursos
financieros que respaldan sus actividades de desestabilización".
Impacto en Hezbollah y compromiso diplomatico
Por su parte, el Departamento de Estado manifestó su
compromiso de utilizar todos los instrumentos diplomáticos y financieros para
reducir la capacidad de grupos y estados sancionados de operar en la región,
haciendo referencia directa a los esfuerzos contra Hezbollah y contra las redes
vinculadas al programa nuclear iraní.
En este sentido, las autoridades estadounidenses impusieron
sanciones contra siete líderes de Hezbollah y una entidad vinculada a la
institución financiera Al Qard Al Hasán, considerada afín al partido-milicia
libanés. Según la información oficial, estas medidas buscan limitar la
influencia de Hezbollah en la región y obstaculizar su capacidad de financiar
actividades a través de redes financieras y logísticas internacionales.
El Departamento de Estado aseguró que los líderes de
Hezbollah sancionados contribuyeron a la evasión de restricciones previas,
utilizando estructuras financieras y comerciales para mantener la operatividad
del grupo. "Vamos a seguir utilizando todas las herramientas a nuestro
alcance para garantizar que este grupo terrorista no suponga una amenaza para
la población libanesa en la región", manifestó la institución
estadounidense en un comunicado, reafirmando su compromiso de bloquear los
mecanismos de financiación y apoyo internacional que permitan al
partido-milicia mantener sus operaciones.
Esta posición forma parte de una estrategia coordinada
junto al Departamento del Tesoro para restringir el acceso de actores
sancionados a recursos internacionales fundamentales para su subsistencia y
desarrollo, marcando una escalada en la presión de Estados Unidos sobre Irán y
sus aliados en la región.