El Departamento de Estado de Estados Unidos lanzó una inusual alerta de seguridad global, luego de que las fuerzas armadas estadounidenses atacaran instalaciones nucleares en Irán. Esta medida subraya la creciente preocupación por posibles represalias en Medio Oriente y otras regiones, incrementando los temores sobre la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero.

La advertencia, publicada en el sitio oficial del Departamento de Estado, insta a los ciudadanos de EE. UU. a extremar las precauciones en sus viajes internacionales. Se subraya el riesgo latente de manifestaciones y ataques contra intereses estadounidenses en diversas partes del mundo. Además, el comunicado destacó que el conflicto entre Israel e Irán ha provocado interrupciones significativas en el tránsito aéreo y cierres periódicos del espacio aéreo regional. A raíz de estos acontecimientos, la diplomacia estadounidense ha elevado sus advertencias de viaje y ha iniciado evacuaciones de ciudadanos en zonas consideradas sensibles.

La reciente escalada se desencadenó con el anuncio del presidente Donald Trump, quien confirmó que EE. UU. llevó a cabo ataques de precisión contra instalaciones nucleares iraníes, incluyendo los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán, utilizando bombarderos B-2 y misiles Tomahawk. Esta operación representa una intervención directa y significativa, generando una fuerte inquietud sobre sus posibles consecuencias a nivel global.

Desde ese momento, el Departamento de Estado duplicó la cantidad de vuelos de evacuación de emergencia desde Israel hacia Europa y comenzó a retirar personal no esencial de la embajada estadounidense en Líbano. La sede diplomática en Beirut ordenó la evacuación de familiares y empleados, citando una "situación de seguridad volátil e impredecible".

Paralelamente, se emitieron advertencias específicas para los estadounidenses en Arabia Saudita y Turquía, instándolos a extremar precauciones. En Riad, se recomendó limitar los desplazamientos a instalaciones militares, mientras que en Turquía, el personal del consulado recibió instrucciones de mantener un perfil bajo y evitar el distrito consular de Adana, donde se encuentra la estratégica base aérea de Incirlik de la OTAN.

Documentos internos citados por la agencia AP revelaron que más de 7.900 ciudadanos estadounidenses solicitaron asistencia para salir de Israel, y más de 1.000 lo hicieron desde Irán, donde EE. UU. no posee presencia diplomática directa. El sábado, 67 estadounidenses fueron evacuados en dos vuelos a Atenas, aunque otros tres vuelos fueron cancelados debido al cierre del espacio aéreo israelí. Se esperan seis vuelos adicionales a Grecia, uno a Roma y otro a Chipre para el lunes.

Asimismo, un crucero con más de 1.000 ciudadanos estadounidenses, incluyendo cientos de jóvenes judíos en un tour organizado, arribó a Chipre en medio de la operación de evacuación. En Irak, la retirada de personal no esencial de la embajada en Bagdad y del consulado en Erbil, iniciada el 12 de junio, continúa su curso.

La embajada de EE. UU. en Jerusalén había comenzado la evacuación de ciudadanos incluso antes de la confirmación de los ataques. Las representaciones diplomáticas estadounidenses en países vecinos han sido instruidas para revisar sus niveles de seguridad y presentar informes al Departamento de Estado antes del fin de semana.

La advertencia del gobierno estadounidense también remite a su sitio oficial de información de viajes internacionales, donde se recomienda a los ciudadanos consultar las alertas específicas de cada país antes de planificar cualquier desplazamiento. La posibilidad de represalias directas o indirectas contra objetivos estadounidenses en naciones con presencia militar o diplomática se erige nuevamente como una preocupación central de la política exterior de EE. UU. En este contexto de crisis, el Departamento de Estado enfatizó la necesidad de que los ciudadanos en zonas de tensión se mantengan informados, eviten concentraciones públicas y sigan las instrucciones de las autoridades locales y diplomáticas.