Estados Unidos y sus principales aliados europeos han
lanzado una intensa ofensiva diplomática en un intento urgente por contener el
conflicto entre Israel e Irán, que ha escalado en los últimos días con ataques
cruzados y amenazas de represalias.
En Washington, el secretario de Estado norteamericano,
Marco Rubio, recibió a su homólogo británico, David Lammy, en una reunión
crucial en la Casa Blanca. También estuvo presente Steve Witkoff, el enviado
especial estadounidense, quien ha mantenido comunicaciones directas con el
canciller iraní, Abbas Araghchi, desde el inicio de la ofensiva israelí el
pasado 13 de junio. Tras el encuentro, Rubio y Lammy emitieron una declaración
conjunta reafirmando la postura de que "Irán jamás podrá desarrollar ni
adquirir un arma nuclear", un principio que también fue respaldado por los
líderes del G7.
La reunión abordó la escalada militar en Medio Oriente,
especialmente después de que el presidente estadounidense, Donald Trump,
anunciara que en las próximas dos semanas decidirá si Estados Unidos se unirá a
los bombardeos de Israel contra Irán. Además de la crisis regional, Rubio y
Lammy también discutieron la cooperación entre Estados Unidos y el Reino Unido
en otros asuntos clave, como los esfuerzos para poner fin a la guerra entre
Rusia y Ucrania y la importancia de aumentar el gasto en defensa de la OTAN.
Paralelamente, el canciller italiano, Antonio Tajani,
mantuvo una conversación telefónica con Marco Rubio, reiterando el compromiso
de Italia con una desescalada y la búsqueda de una solución diplomática al
conflicto. Ambos coincidieron en la necesidad de que Irán no obtenga armas
nucleares, y Rubio transmitió la disposición de Estados Unidos a iniciar
negociaciones directas con Teherán, tal como lo había adelantado el presidente
Trump.
Mientras tanto, el canciller iraní Abbas Araghchi tiene
previsto viajar a Ginebra este viernes para un encuentro cara a cara con sus
homólogos de Francia, Alemania y el Reino Unido. Esta será la primera reunión
directa entre Irán y funcionarios europeos desde el recrudecimiento del
conflicto. Fuentes diplomáticas indicaron que Teherán no reanudará las
negociaciones si Israel no detiene sus bombardeos. En estas conversaciones
también se abordará brevemente una propuesta estadounidense para crear un consorcio
regional de enriquecimiento de uranio fuera de Irán, planteo que Teherán ha
rechazado hasta ahora.
Desde París, el ministro francés Jean-Noël Barrot expresó
la voluntad de retomar las negociaciones, pero enfatizó que estas deben
conducir a "medidas concretas por parte de Irán". De manera similar,
el canciller alemán Johann Wadephul exigió a Teherán "medidas
verificables" que demuestren que no busca desarrollar armas nucleares.
Esta estrategia europea contrasta con la postura más confrontativa de Trump,
quien ha mantenido la advertencia de una posible intervención militar.
En el plano militar, la situación regional sigue
deteriorándose. En las últimas 24 horas, Irán lanzó nuevos misiles hacia el
norte de Israel, uno de los cuales impactó en el hospital Soroka de Beerseba,
dejando al menos 71 heridos. Las sirenas antiaéreas sonaron en Haifa, y las
Fuerzas de Defensa israelíes activaron sus sistemas de defensa aérea ante el
riesgo de nuevos ataques.
Tras la reunión en Washington, David Lammy partirá rumbo a
Ginebra para sumarse a los diálogos europeos con Irán, en un esfuerzo
concertado para frenar la escalada. La ausencia de Steve Witkoff en las
conversaciones de Suiza sugiere que Estados Unidos opta por una estrategia de
presión indirecta, manteniendo abiertas las vías de negociación sin descartar
un endurecimiento de su postura si la diplomacia fracasa.