La Inteligencia militar del Reino Unido ha advertido que los recientes ataques ucranianos contra altos mandos militares rusos están afectando significativamente los movimientos de las fuerzas de Moscú en el frente de guerra. Esta evaluación llega tras la confirmación de la muerte del General Mikhail Gudkov por parte del Ministerio de Defensa de Rusia el 2 de julio, en la región rusa de Kursk. Gudkov, quien desde el 28 de marzo de 2025 ocupaba el cargo de subcomandante en jefe de la Armada rusa, falleció durante un ataque ucraniano contra un puesto de mando.

Según el Ministerio de Defensa ruso, el general dirigía "unidades de infantería de Marina que intentaban establecer una zona de contención en la provincia ucraniana de Sumy". La inteligencia militar británica, en su más reciente informe publicado este sábado, destacó que la muerte de Gudkov coincide con una ralentización de los avances rusos en la región. Gudkov es el segundo general ruso de alto rango fallecido en 2025, el quinto en los últimos doce meses y el decimosexto desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.

El Ministerio británico señaló que “es probable que la pérdida de tantos oficiales de alto rango haya socavado el mando y el control en algunas partes de las Fuerzas Armadas rusas”, lo cual “probablemente ha contribuido a las dificultades tácticas y operativas de Rusia durante el conflicto”.

Por otra parte, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, advirtió este sábado sobre una posible nueva ofensiva rusa en la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, donde los combates han sido persistentes desde 2022. Syrskyi indicó a través de Telegram que pasó dos días trabajando con unidades en la región, reuniéndose con comandantes para analizar la situación y las necesidades de las tropas. "Los rusos quieren presionar con números, pero tenemos que estar preparados, utilizar soluciones tácticas y tecnológicas adecuadas para no permitir que avancen", expresó Syrskyi.

Las fuerzas rusas han intentado avanzar en los últimos meses en la región de Sumy, en el norte de Ucrania, logrando un pequeño punto de apoyo tras ataques sucesivos, según fuentes ucranianas. Moscú continúa empleando oleadas de infantería a lo largo del frente en un intento por aprovechar su superioridad en efectivos y munición.

Este sábado, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania reportó un ataque a una instalación de la industria militar ubicada en la región rusa de Chuvashia. En esta instalación se fabrican antenas para drones, misiles, bombas aéreas guiadas y otras armas de precisión. El comunicado emitido a través de Telegram señaló que el objetivo específico eran componentes “Kometa” utilizados en drones Shahed, misiles Iskander-K y bombas aéreas guiadas, armamento empleado por las fuerzas rusas en ataques contra Ucrania, incluyendo infraestructuras civiles.

Finalmente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo el viernes una conversación telefónica con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Ambos mandatarios acordaron colaborar para fortalecer las capacidades de defensa aérea ucranianas, luego de que Washington confirmara la retención de recursos destinados a Kiev. Previamente, Trump también dialogó con el presidente ruso Vladímir Putin, expresando su “descontento” por la falta de progreso hacia la paz.