Un equipo de arqueólogos ha realizado uno de los
descubrimientos más relevantes de los últimos años en el altiplano boliviano:
un templo religioso preincaico de mil años de antigüedad. Este hallazgo, que
aporta nueva información sobre el alcance y la influencia de la civilización
Tiahuanaco, precursora de los Incas, fue explicado por el director de la
investigación a la AFP.
El templo, bautizado como Palaspata en honor al nombre
local del área, se ubica en el departamento de Oruro, a 215 kilómetros al sur
de La Paz. Sorprendentemente, el sitio permaneció inadvertido durante siglos a
pesar de estar en la cima de una colina, muy cerca de una carretera principal y
una trocha local que pasa justo por el lugar.
La expansión de Tiahuanaco revelada
La confirmación de que se trataba de un emplazamiento
relacionado con la cultura Tiahuanaco se realizó la semana pasada. Según una
reciente publicación liderada por el arqueólogo José Capriles, de la
Universidad Estatal de Pensilvania, el templo fue construido entre los años 600
y 1.000 d.C. Este dato es crucial, ya que desafía la idea de que la influencia
de esta civilización se limitaba principalmente a la zona cercana al lago
Titicaca.
Hasta ahora, se creía que el poder y la complejidad de
Tiahuanaco estaban circunscritos a los templos emblemáticos de La Paz,
reconocidos por sus piedras talladas con precisión milimétrica.
"Descubrimientos como Palaspata revalorizan la civilización y demuestran
que tuvo una organización estratégica para construir sitios de esta magnitud en
lugares alejados", afirmó Capriles.
Además de su función religiosa, Palaspata habría cumplido un papel importante en el control del flujo de bienes y personas entre el altiplano y la región de Cochabamba, en el centro de Bolivia. Los primeros indicios aparecieron en 2021 durante trabajos de ampliación de la carretera cercana, donde se hallaron vasijas prehispánicas que dieron inicio a la investigación.
El área del templo descubierto abarca 1,8 hectáreas, aunque
se estima que el asentamiento humano pudo extenderse hasta unas 75 hectáreas.
Hasta el momento, el sitio no ha sido excavado, ya que el Ministerio de
Culturas debe coordinar medidas de protección y llevar adelante un proceso de
consulta con las comunidades locales para autorizar cualquier intervención
arqueológica. El viceministro Juan Carlos Cordero resaltó la importancia del
hallazgo para comprender la magnitud de Tiahuanaco, una civilización que, según
Capriles, ha sido "subestimada en el ámbito académico".