El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el
Gobierno avanzará con "nuevas privatizaciones en el corto plazo" con
el objetivo principal de reforzar las reservas del Banco Central. Estas
operaciones, explicó el funcionario, se complementarán con la venta de otros
activos, concesiones y "block trades", todo en el marco de una
estrategia para fortalecer la posición financiera del Tesoro. Las declaraciones
fueron realizadas durante el Summit 2025 organizado por el IAE Business School.
Caputo enfatizó que, a diferencia de otras etapas
económicas, actualmente "el que necesita reservas es el Tesoro".
Remarcó que, gracias al actual superávit fiscal, el Tesoro está absorbiendo
pesos del mercado y destinándolos como reservas en moneda local. "Es algo
que en Argentina casi nunca se hace, pero nosotros lo hacemos porque sabemos
que, como la cantidad de pesos es muy chica, en algún momento, cuando haya un
vencimiento de deuda, en vez de renovarla, los bancos van a pedir que paguemos",
explicó.
La necesidad de reformas estructurales
Uno de los puntos centrales de la exposición de Caputo fue
la imperiosa necesidad de avanzar con una reforma laboral. "Es
imprescindible. El nivel de empleo no crece desde 2011 y el número de
empleadores no crece desde 2008. No podemos ignorar eso", argumentó. Si
bien mencionó que también se impulsará una reforma tributaria, el ministro
subrayó que la clave reside en la reforma laboral: "Es lo que nos va a dar
el pie para saber cuánto se puede hacer de lo otro".
En esa línea, Caputo resaltó que casi el 50% de la economía
argentina opera en la informalidad y que "hay que generar condiciones para
que la gente vuelva a la formalidad". Anticipó que el Gobierno seguirá
"desregulando, bajando impuestos y devolviéndole la plata a la
gente", como parte de las reformas estructurales que se avecinan.
Respuestas a las críticas macroeconómicas
Durante su presentación, el ministro de Economía abordó
diversas críticas opositoras, como el déficit de la cuenta corriente, la salida
de dólares por turismo y el supuesto atraso cambiario.
Respecto a la cuenta corriente, Caputo desestimó los
riesgos, explicando que "la situación actual argentina no tiene nada que
ver con crisis de cuenta corriente anteriores. El déficit ronda entre 1,5 y 2
puntos del PBI, y se trata de transacciones entre privados, no de un
desequilibrio del sector público". Además, señaló que en otros países el
déficit de cuenta corriente es significativamente mayor.
En relación con el tipo de cambio, Caputo defendió el
esquema actual de bandas y afirmó que la apreciación del peso argentino frente
al dólar es parte de un fenómeno global. "El dólar se hizo pomada contra
la mayoría de las monedas. Contra el euro se devaluó 4%, contra el real
brasileño un 8%, y contra el peso chileno un 4%. En Argentina, se apreció un
12%", detalló.
Asimismo, destacó el crecimiento del crédito al sector
privado, que se duplicó en términos reales desde que asumió la actual gestión,
pasando de 3,5 a 7 puntos del PBI. Aseguró que los bancos están comenzando a
financiar más a las pymes y que, si bien las tasas aún son altas, el objetivo
es promover la remonetización en dólares.
Caputo no dudó en criticar duramente a quienes ponen en
duda los resultados de la política económica actual, apuntando directamente a
sus colegas economistas. "Hay un montón de gente que quiere que al país le
vaya mal. Eso incluye a gente a la que ustedes (por los empresarios) le pagan
para que los asesore. Hay tipos que están mandando a empresas a la quiebra
porque desde hace 18 meses les hacen creer que el dólar se va a ir a
$5.000", sentenció. Concluyó con firmeza: "No van a tener éxito,
porque no hay casualidad, hay causalidad. Los fundamentals prevalecen".
El orden fiscal como ancla
El ancla fiscal fue otro de los ejes centrales del discurso
del ministro. Caputo afirmó que la actual administración heredó "5 puntos
de déficit fiscal y 10 puntos de déficit cuasi fiscal", y que, contra
todos los pronósticos, lograron reducir esos cinco puntos en apenas un mes.
"Achicamos el tamaño del Estado en un 30%", señaló, añadiendo que
"es la primera vez que Argentina llega a un orden de las cuentas públicas
por decisión política".
El ministro se mostró convencido de que el equilibrio
fiscal alcanzado es un cambio estructural. Contrastó la situación actual con
períodos anteriores de orden fiscal, como la salida de la convertibilidad,
donde "el ajuste lo hizo el mercado, y las consecuencias para el sector
privado fueron brutales". En cambio, destacó, "en esta ocasión el
ajuste lo hizo el sector público".
Caputo respaldó sus afirmaciones con indicadores
económicos, señalando que, a diferencia de la caída salarial de más del 30% en
la salida de la convertibilidad, los salarios reales recuperaron un 15% desde
diciembre de 2023. También remarcó la evolución del nivel de actividad:
"Medido diciembre contra diciembre, el EMAE dio un crecimiento del 6%. El
dato de abril mostró un alza interanual del 7,7%".
Respecto a la inflación, el ministro afirmó que el
escenario cambió drásticamente desde diciembre: "La inflación mayorista
fue de 54% en diciembre de 2023 y en el último mes hubo deflación de 0,3%. La
minorista fue de 25,5% y ahora está en 1,5%".
Finalmente, Caputo reiteró que el Gobierno "nunca se
va a desviar del orden fiscal y monetario", y destacó que el presidente
Javier Milei "le da prioridad a la economía por sobre la política".
En este marco, afirmó que se continuarán "bajando impuestos, sacando
regulaciones y abriendo paulatinamente la economía para que las empresas
compitan".