Los seguidores de Evo Morales aumentaron las medidas de vigilancia en el Trópico de Cochabamba luego de la detención del ex presidente Luis Arce, investigado por presunta corrupción en proyectos indígenas durante su etapa como ministro. La dirigencia del MAS comunicó que teme un operativo similar contra Morales.

Desde la región cocalera confirmaron que se reforzaron puestos de control y vigilias, instaladas inicialmente para evitar un eventual intento de captura. Voceros allegados señalaron que la decisión responde al clima político generado tras el cambio de gobierno y el endurecimiento del Ministerio Público.

La causa que involucró a Arce apunta a un presunto desvío millonario de fondos del Fondioc, cuyo funcionamiento coincidió con los años en que Morales ejercía la presidencia. Según la Fiscalía, no se descarta citarlo a declarar en el marco de las nuevas pesquisas.

Mientras tanto, dirigentes oficialistas y opositores pidieron ampliar la investigación a toda la cadena de responsabilidades. El Ministerio de Gobierno estimó el daño económico en más de USD 51,7 millones y varios legisladores remarcaron que los informes comprometen a antiguos funcionarios del MAS.

Morales continúa en Cochabamba, donde sus seguidores mantienen zanjas y controles perimetrales para impedir un eventual operativo. La tensión interna del partido y la presión judicial siguen marcando el ritmo de un conflicto que se profundiza día a día.

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