Corrientes cerró el fin de semana largo de la Inmaculada con un balance alentador para el sector turístico. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la provincia alcanzó un 55% de ocupación hotelera, impulsada por su propuesta espiritual, su riqueza natural y una agenda cultural renovada.

El dato inicial de reservas se vio fortalecido por la llegada de turistas de último momento, quienes aprovecharon el feriado para realizar escapadas breves. El movimiento se distribuyó entre corredores religiosos, circuitos de naturaleza y experiencias urbanas en crecimiento.

El turismo religioso volvió a posicionarse entre los grandes atractivos, con la peregrinación a Itatí como uno de los centros de fe más convocantes del NEA. En paralelo, los Esteros del Iberá mantuvieron su protagonismo nacional gracias a las actividades de avistaje de fauna y las iniciativas de conservación.

La capital provincial también aportó al repunte turístico con la apertura del complejo Unidad Corrientes, un nuevo polo cultural y gastronómico que transforma la antigua cárcel en un espacio moderno con museos, mercados y locales comerciales. La propuesta urbana se sumó a eventos deportivos como la Vuelta a la Cruz en Yapeyú, que congregó a competidores de todo el país.

En el plano nacional, la CAME informó que más de 1,3 millones de turistas se movilizaron durante el feriado, aunque con estadías más cortas debido al contexto económico. Aun así, el gasto total superó los $249.000 millones, y Corrientes se destacó entre los destinos de mayor atractivo religioso junto con Salta y Tucumán.

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