Durante una reunión en Escocia, el presidente estadounidense Donald Trump calificó la situación en Gaza como “un desastre” y denunció que el grupo islamista Hamas “roba la comida y el dinero” enviados como ayuda. “Es terrible lo que viven los niños allí”, afirmó.

Trump se mostró molesto por la falta de reconocimiento hacia los 60 millones de dólares que su gobierno destinó a asistencia alimentaria y apuntó a otros países por no aportar. “Al menos esperarías que alguien diera las gracias”, dijo.

En cuanto a las conversaciones para un alto el fuego, Trump aseguró que Israel deberá tomar una decisión, pero evitó dar detalles sobre cuál sería su postura. También advirtió que Irán se está aprovechando de la situación y criticó su insistencia en continuar el desarrollo nuclear.

Mientras tanto, Israel anunció pausas diarias de 10 horas en tres zonas de Gaza para permitir el ingreso de ayuda. Sin embargo, las muertes por desnutrición siguen en aumento, y organizaciones como la OMS advierten que el acceso humanitario sigue siendo insuficiente.

Desde el terreno, los relatos reflejan la desesperación: familias recorren kilómetros por un poco de arroz, mientras la ONU intenta distribuir alimentos a una población que depende casi por completo de esa asistencia.

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