Estados Unidos desplegó por primera vez el sistema de misiles NMESIS en Filipinas, durante los ejercicios Balikatan 2025, en una clara señal hacia China. El movimiento militar refuerza la cooperación entre ambos países y subraya la importancia estratégica del archipiélago ante un posible conflicto con Taiwán.

La instalación de este armamento en Luzón del Norte, a solo 150 km de Taiwán, demuestra la preparación de Filipinas para enfrentar las consecuencias de una escalada bélica. Además, el país cuenta con más de 150.000 ciudadanos trabajando en la isla, lo que suma un componente humano y diplomático al vínculo.

Las tensiones con Pekín se acentuaron tras nuevas leyes filipinas sobre sus aguas territoriales. A esto se suma la expansión de la cooperación militar con EE. UU., incluyendo bases conjuntas en zonas clave del norte del país.

Desde China, la respuesta fue inmediata. Voceros del gobierno acusaron a Washington de “utilizar a Filipinas” para desestabilizar la región y exigieron que Manila no apoye a las autoridades de Taiwán.

Mientras tanto, Filipinas reafirma su alianza histórica con EE. UU. y refuerza su defensa en un entorno geopolítico cada vez más inestable, donde el estrecho de Taiwán es el nuevo epicentro de las disputas globales.

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