El gobernador Ron DeSantis confirmó que ya comenzaron los vuelos de deportación desde Alligator Alcatraz, un centro ubicado en los Everglades. La instalación cuenta con pista de aterrizaje y fue desarrollada para agilizar las expulsiones de migrantes indocumentados, en coordinación con el gobierno federal.

Según DeSantis, "cientos" de personas ya fueron trasladadas desde allí. Además, el centro operará con apoyo del ICE y bajo convenios que habilitan a policías estatales a actuar como agentes migratorios. Se espera una expansión para duplicar su capacidad a 4.000 detenidos.

Durante el anuncio, autoridades advirtieron que se intensificarán los arrestos, y que más de 3.500 agentes ya cuentan con credenciales federales para operar en Florida. El programa busca aumentar la frecuencia de vuelos y reducir el tiempo de permanencia en los centros.

Sin embargo, hay denuncias sobre condiciones insalubres, falta de asistencia legal y restricciones en higiene. Las autoridades prometieron medidas de contingencia ante huracanes, aunque el centro sigue bajo observación federal.

DeSantis insistió en que este es solo el comienzo de una estrategia a largo plazo que apunta a endurecer el control migratorio en el estado con apoyo directo de Washington.

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