El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte Macron, presentaron una demanda por difamación en Estados Unidos contra la influencer ultraderechista Candace Owens. La acusan de promover una campaña internacional de acoso basada en afirmaciones falsas sobre la primera dama.

La denuncia, radicada en un tribunal de Delaware, señala que Owens difundió teorías conspirativas a través de su podcast y redes sociales, incluyendo la acusación de que Brigitte es “un hombre” y habría usurpado la identidad de su hermano. También comercializó productos con mensajes ofensivos para amplificar el escándalo.

Según los abogados de la pareja presidencial, se intentó sin éxito que Owens se retractara. Frente a su negativa, los Macron recurrieron a la Justicia, aduciendo un daño deliberado a su imagen y bienestar personal, con fines comerciales y políticos por parte de la influencer.

Desde el entorno de Owens, la respuesta fue inmediata: acusan al gobierno francés de atacar la libertad de expresión y defenderán el contenido como opinión protegida bajo la Primera Enmienda. La influencer se negó a disculparse públicamente.

El caso sienta un precedente por involucrar directamente a un jefe de Estado extranjero en un tribunal estadounidense por cuestiones de difamación. Será clave determinar si existió “malicia real”, el estándar legal que exige la ley para figuras públicas en EE.UU.

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