El tifón Danas dejó una estela de destrucción a su paso por
Taiwán, cobrándose la vida de al menos dos personas y dejando más de 300
heridas, según el informe del Comando Central de Operaciones de Emergencia
(CEOC). El ciclón tocó tierra en Budai, Chiayi, el domingo a las 23:40 (hora
local), con ráfagas de viento que alcanzaron los 222 kilómetros por hora.
El fenómeno meteorológico, que se desplazó hacia el norte y
se degradó a tormenta tropical al abandonar la isla el lunes por la mañana,
impactó severamente la mitad occidental del país, especialmente los condados de
Tainan, Kaohsiung y Chiayi. La Agencia Nacional de Bomberos confirmó que una de
las muertes en Tainan fue causada por la caída de un árbol, mientras que la
otra se debió a un fallo en un respirador por un corte de energía.
Danas provocó la interrupción del suministro eléctrico en
más de 580.000 hogares y generó al menos 2.270 incidentes de emergencia en toda
la isla. Las fuertes lluvias, que superaron los 60 centímetros en algunas
zonas, derivaron en inundaciones y deslizamientos de tierra, obligando a la
evacuación de más de 3.400 personas, principalmente en áreas montañosas del
sur. El presidente William Lai había advertido sobre la "trayectoria
inusual" del tifón y la necesidad de precaución.
Como medida preventiva, las autoridades ordenaron el cierre
de escuelas y oficinas en amplias zonas del centro y sur de Taiwán. El
transporte también se vio seriamente afectado, con la suspensión de servicios
de ferry y vuelos, dejando a miles de turistas varados en islas periféricas.
Mientras Taiwán comienza la fase de recuperación, China
continental se prepara para la inminente llegada de Danas. Las provincias de
Guangdong y Zhejiang ya han tomado medidas preventivas, como el llamado a
puerto de cientos de embarcaciones y la evacuación de más de 2.000 personas. El
tifón también intensificó las lluvias monzónicas en el norte de Filipinas,
causando inundaciones y desplazando a más de 3.000 personas.
Taiwán, una región propensa a tifones entre julio y
octubre, ha enfrentado eventos similares en el pasado reciente, como el tifón
Kong-rey en noviembre de 2023, que dejó tres muertos y 690 heridos. Las
autoridades taiwanesas mantienen la alerta ante la posibilidad de lluvias
residuales y crecidas de ríos, con equipos de emergencia desplegados en las
zonas más afectadas para asistir a la población.