Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la Agencia de
Seguridad de Israel (ISA) anunciaron anoche la eliminación de Ramzi Ramadan Abd
Ali Saleh, comandante de la Fuerza Naval del grupo terrorista Hamas en el norte
de la Franja de Gaza. Saleh, considerado un "importante recurso de
conocimiento" dentro de la organización, fue abatido en un ataque aéreo en
Ciudad de Gaza, donde operaba junto a otros integrantes del grupo.
La operación, basada en inteligencia recopilada por ambas
agencias, permitió localizar y neutralizar a Saleh en un edificio donde se
encontraba con otros miembros de Hamas. Según el comunicado conjunto de las FDI
y la ISA, Saleh había participado activamente en las últimas semanas en la
planificación y desarrollo de ataques marítimos contra efectivos israelíes.
Esta acción busca reducir la capacidad operativa de Hamas,
que ha intensificado sus intentos de ataque contra las tropas israelíes en el
enclave costero. Junto a Saleh, también fueron abatidos Hisham Ayman Atiya
Mansour, subjefe de la célula de lanzamiento de morteros, y Nissim Muhammad
Suleiman Abu Sabha, operativo del mismo grupo armado.
Las autoridades israelíes afirmaron que se tomaron medidas
para mitigar el riesgo para la población civil antes del ataque, incluyendo el
uso de municiones de alta precisión y vigilancia aérea continua, en
cumplimiento de las normativas internacionales. La Fuerza Naval de Hamas ha
sido identificada como un actor relevante en las confrontaciones recientes,
desarrollando tácticas de ataques marítimos y operaciones encubiertas.
Este suceso ocurre en un momento de intensas gestiones
diplomáticas. Ayer domingo, una delegación israelí partió hacia Qatar
para negociar un posible acuerdo de liberación de rehenes y un alto el fuego en
Gaza. Esto precede al viaje del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a
Washington para reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Aunque Hamas indicó haber respondido "con un espíritu positivo" a una
propuesta de alto el fuego respaldada por EE. UU., la oficina de Netanyahu afirmó
que los cambios solicitados por el grupo extremista "no son aceptables
para Israel", aunque el equipo negociador continuará los esfuerzos.