En un clima de creciente tensión con el Ejecutivo nacional,
los gobernadores provinciales se darán cita este lunes en la Ciudad de Buenos
Aires para unificar y profundizar sus reclamos sobre la crítica situación
fiscal de sus distritos. La cumbre, que se realizará a partir de las 11 de la
mañana en las oficinas del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en Retiro,
buscará afinar los detalles de una ofensiva que incluye la preocupación por la
disminución de la coparticipación nacional, la baja en el consumo y la caída de
las actividades comerciales e industriales.
La reunión se da en la continuidad del encuentro que
mantuvieron la semana pasada con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien
junto a su número dos, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos
Guberman, recibió a Sergio Ziliotto (La Pampa), Claudio Vidal (Santa Cruz),
Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut) y a Myrian Prunotto
(vicegobernadora de Córdoba). Aunque la idea inicial de los mandatarios era
reunirse directamente con el presidente Javier Milei, su gira por Europa e Israel
impidió el encuentro.
Según trascendió en las últimas horas, la Casa Rosada
ofreció a los gobernadores fondos a cambio de que se hagan cargo de las obras
de Vialidad de sus distritos. Esta propuesta surge como respuesta al pedido de
los mandatarios de elevar la coparticipación del impuesto a los combustibles al
50% y regularizar el envío de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). El
Ejecutivo aceptó ceder el porcentaje de la recaudación del tributo destinado al
Sistema Vial Integrado (SISVIAL), que recibe el 28,58% de lo colectado por el
impuesto a los combustibles.
A pesar de los avances en el diálogo, las tensiones
persisten, como lo demuestran las recientes declaraciones del gobernador de
Tucumán, Osvaldo Jaldo. "Vamos a llevar casos concretos de actividades
productivas, industriales y comerciales que se van cerrando, que van dejando a
gente sin trabajo o adelantando vacaciones", afirmó Jaldo en referencia a
la cumbre del lunes. El mandatario advirtió que, si el Gobierno nacional no
reacciona "en tiempo y en forma", podría haber un "costo social
muy importante".
Jaldo, quien se ha calificado como un gobernador
dialoguista, enfatizó: "Cuando nos tocan lo que nos corresponde a los
tucumanos vamos a dialogar más fuerte". Y añadió: "A la Nación le
tiene que ir bien, pero con las provincias incluidas. Que el Presidente no
pretenda que le vaya bien al Gobierno nacional y a los 23, 24 distritos del
interior, nos vaya mal. No va a poder gobernar si no lo hace con los
gobernadores. Que no se equivoque".
Las críticas también llegaron desde Río Negro. Alberto
Weretilneck denunció el deterioro de las rutas nacionales, argumentando que el
50% de los impuestos a los combustibles, destinados a esas vías, se los queda
el Gobierno nacional sin que regresen a las provincias. "Este es el
problema que hay: se están quedando con la plata que aportamos los rionegrinos
y no vuelve en absolutamente nada", sentenció. Weretilneck contó que su
provincia ofreció provincializar las rutas y encargarse del mantenimiento, pero
no obtuvieron una respuesta concreta. "Tenemos un Gobierno que al interior
del país no lo tiene absolutamente para nada en cuenta", concluyó.
La cumbre de este lunes será clave para definir los
próximos pasos de los gobernadores en su relación con la administración
central, en un contexto de profunda preocupación por el impacto de la política
económica en las economías regionales.