La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich,
defendió, anoche, el accionar del policía federal que baleó a Thiago Correa, el
niño de 7 años que falleció en la noche del viernes tras haber sido herido en
la cabeza. El hecho ocurrió cuando el agente intentó defenderse de un intento
de robo en La Matanza, una zona que Bullrich calificó como "tierra de
nadie".
En una conferencia de prensa, la funcionaria lamentó el
estado crítico en el que se encontraba el menor y responsabilizó directamente a
los delincuentes. "Los responsables directos de la situación que atraviesa
Thiago Benjamín Correa Medina son los delincuentes", afirmó Bullrich,
añadiendo que uno de los asaltantes murió en lo que consideró una
"legítima defensa" por parte del oficial Facundo Aguilar Fajardo.
Bullrich enfatizó que la acción del policía fue de
"legítima defensa", mientras que la de los delincuentes fue de
"agresión". En este sentido, el Gobierno Nacional solicitó que la
carátula para los delincuentes sea de "tentativa de homicidio". La
ministra sostuvo que el agente estaba capacitado para usar su arma y que, si
bien aún no se confirmó, es "muy probable" que la bala que impactó en
Thiago haya salido de su arma reglamentaria.
El secretario de Justicia, Sebastián Amerio, respaldó la
postura de Bullrich y remarcó que el caso debe ser analizado bajo el marco
legal de la legítima defensa o el cumplimiento del deber, lo que debería
exonerar al policía de una pena. Además, adelantó que el Gobierno analiza una
reforma legal para dotar a los jueces de nuevas herramientas que permitan hacer
justicia en este tipo de situaciones.
El trágico suceso ocurrió el miércoles por la noche,
alrededor de las 22:30, en la intersección de avenida Crovara y Madrid. Thiago
Correa y su padre esperaban el colectivo cuando el agente de la Policía Federal
Argentina, vestido de civil y fuera de servicio, fue abordado por cuatro
delincuentes armados. El policía se identificó, sacó su arma reglamentaria y
comenzó a disparar. En medio del tiroteo, una bala impactó en la cabeza de
Thiago, a quien su padre había alzado en hombros. El agente Aguilar Fajardo, de
21 años, quedó detenido por orden del fiscal Diego Rulli, acusado de exceso en
la legítima defensa.