La tan esperada cumbre política entre la exvicepresidenta
Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof se concretó, por
fin, pero la interna del peronismo está lejos de resolverse. Si bien representó
un primer acercamiento, no se alcanzó ningún acuerdo concreto, y la unidad
partidaria se mantiene como un objetivo distante y lleno de tensiones.
Fuentes cercanas al gobernador admitieron que el encuentro
fue "muy tenso" y que "esto no implica que ya esté todo
arreglado ni que la unidad sea un hecho". El principal saldo de la reunión
fue la intención de conformar un grupo de representantes de ambos espacios para
"intentar construir una estrategia que confluya en listas conjuntas",
aunque sin nombres propios ni expectativas concretas de avance por el momento.
Desde el entorno de Kicillof, señalaron que fue "un
primer paso para desenredar el nudo en el que se habían trabado las
negociaciones", pero la tensión fue "indisimulable" dada la
serie de cruces previos. No está claro si habrá nuevas reuniones en el corto
plazo ni cómo funcionará la delegación conjunta, ya que hasta ahora
predominaron las disputas entre dirigentes territoriales sobre los intercambios
directos entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof.
La conducción en disputa
El sector que lidera el gobernador, Movimiento Derecho al
Futuro, busca que el acuerdo electoral incluya un pacto político más amplio,
con apoyo a la gestión gubernamental, coordinación legislativa y aval a los
proyectos del Ejecutivo. En el fondo, esta es una clara discusión por la
conducción del peronismo y la construcción política a futuro. Kicillof, lanzado
como precandidato presidencial para 2027, aspira a liderar el espacio, lo que
lo enfrenta directamente con CFK, quien no está dispuesta a ceder su lugar de
conductora del PJ.
Un dirigente K de la primera hora remarcó que
"Cristina movió, y al mover ella, queda claro su conducción y liderazgo,
que es lo que ellos niegan. No está para jubilarse", asegurando que la
expresidenta "es la abanderada de la unidad". Dentro del peronismo,
la ausencia de internas o PASO complica la resolución de estas pujas. "Si
quieren conducir, tienen que romper y ganar", advierte un kirchnerista del
Conurbano, mientras otros reflexionan: "Están en una encerrona. Sino,
tienen que priorizar la unidad y postergar la puja por la conducción para más
adelante”.
En ambos frentes, la máxima es "ir todos juntos para
no perder la provincia", aunque algunos en el entorno de Kicillof ya
plantean la posibilidad de una interna anticipada. "Los que quieren
disputar la conducción de Cristina tienen que guardarlo para otro momento.
Quedaría muy mal que Axel no acceda a la unidad”, critican desde las filas K.
El factor judicial: una incógnita clave
Un elemento que podría cambiar radicalmente el escenario
interno del peronismo es la situación judicial de Cristina Kirchner. Se espera
que la Justicia se expida en los próximos días sobre su caso en la Causa
Vialidad. Aunque nadie lo menciona abiertamente, en el kirchnerismo hay temor a
que la Corte Suprema ratifique la condena y la exvicepresidenta termine con
arresto domiciliario. Esto alteraría todos los planes, ya que no solo
implicaría su detención, sino que la inhabilitaría para ser candidata en futuras
elecciones, tanto provinciales como nacionales.
En un escenario sin Cristina Kirchner, la posibilidad de
lograr la unidad en el peronismo parece aún más difícil, dada la ya tensa
relación entre los interlocutores actuales. Además, la definición de las listas
en el territorio, donde existen fuertes disputas entre kirchneristas, axelistas
y otras facciones, seguirá siendo un desafío. La ausencia de PASO obligará a
crear un espacio puntual para dirimir estas diferencias locales.