El plan de privatización del sistema ferroviario dio un
paso clave con la llegada a Buenos Aires de directivos del Grupo México, uno de
los principales interesados en adquirir las operaciones de carga que hoy
controla el Estado. La comitiva mantuvo un encuentro con funcionarios del
Ministerio de Economía para avanzar en las condiciones de una posible oferta.
El CEO de la división de transporte, Bernardo Ayala, lideró
la delegación que se reunió con el secretario de Coordinación de
Infraestructura, Martín Maccarone. En la charla, los ejecutivos ratificaron su
interés en quedarse con las líneas Belgrano, San Martín y Urquiza, aunque
insistieron en que la incorporación al Régimen de Incentivo para Grandes
Inversiones (RIGI) es un requisito indispensable.
La competencia no es menor: Aceitera General Deheza y la
minera británica Río Tinto también pujan por el negocio, motivadas por la
posibilidad de reducir los costos logísticos y agilizar la distribución de sus
productos. Sin embargo, el Grupo México destaca su experiencia operando redes
ferroviarias en Norteamérica y su intención de replicar ese modelo en la
región.
De concretarse la operación, la inversión inicial rondaría
los USD 3.000 millones, destinados al material rodante, talleres y corredores
de carga. Las vías y los terrenos seguirán bajo control estatal, según
estableció el proceso de privatización iniciado en julio. La apuesta incluye un
plan de modernización integral orientado a mejorar la eficiencia y aumentar el
volumen transportado.
Ayala remarcó que la estabilidad jurídica será determinante
para cerrar el acuerdo. “El RIGI es la base para garantizar la inversión”,
sostuvo. El Ejecutivo confía en que las negociaciones avancen durante las
próximas semanas, en un contexto donde el Gobierno busca acelerar la
transferencia de activos y reducir la participación estatal en servicios
estratégicos.
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