La localidad de San Luis del Palmar atraviesa días de incertidumbre. Si bien el nivel del riachuelo local comenzó a descender lentamente, la emergencia continúa y ninguna familia pudo regresar aún a su vivienda. Las autoridades mantienen activos los centros de evacuación y los operativos de asistencia.

Más de un centenar de personas, en su mayoría niños y adolescentes, permanecen alojadas en el Polideportivo Municipal y en el Salón de Extensión Áulica. Allí reciben atención médica, alimentos y contención social, mientras los equipos de Salud Pública y Desarrollo Social trabajan en coordinación para cubrir las necesidades básicas.

Según datos oficiales, el 60% de los evacuados son menores de edad. Profesionales del Centro Integrador Comunitario informaron que se realizan controles médicos diarios, vacunaciones y entrega de medicamentos para prevenir infecciones respiratorias y enfermedades de la piel, frecuentes en este tipo de emergencias.

La situación sanitaria se acompaña con asistencia psicológica y actividades recreativas para los más chicos, con el fin de mitigar el impacto emocional del desarraigo. “La prioridad son los niños y las embarazadas, que requieren atención constante”, destacaron desde el municipio.

Aunque el pronóstico meteorológico es favorable, las autoridades advierten que el regreso de las familias será gradual. Solo cuando los accesos estén seguros y las viviendas en condiciones, podrán comenzar el retorno a casa.

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