Franco Colapinto vivió una jornada amarga en el Autódromo Hermanos Rodríguez. El piloto argentino no logró superar la Q1 del Gran Premio de México y terminó en la última posición, un golpe duro en un fin de semana que ya venía cuesta arriba para Alpine. “Es un auto muy difícil”, confesó con visible frustración tras bajarse del monoplaza.

El joven de Pilar explicó que perdió el control en la curva 3, donde el coche se desestabilizó al pisar el piano. Ese error le costó caro: abortó su última vuelta rápida y no pudo mejorar su registro. “Le pegué al piano como todos, pero el coche se levantó y perdí dirección. No había mucho más por hacer”, relató el corredor de 22 años, evidenciando los problemas de grip que arrastra su A525.

Colapinto reconoció además que el auto sufre con los baches del trazado mexicano. “Es muy duro, pierde agarre en cada irregularidad del asfalto. Fue una qualy complicada desde el inicio. Tenemos que trabajar para mañana, aunque va a ser difícil”, admitió ante los micrófonos.

Desde el equipo francés coincidieron en que el circuito no favorece al rendimiento del Alpine, que mostró inestabilidad en frenadas y desgaste prematuro de neumáticos. Pese a ello, el argentino se mostró determinado a recuperar posiciones en la carrera: “Vamos a intentarlo todo. No será fácil, pero hay que seguir empujando”.

Con Gasly apenas dos puestos por delante, la escudería buscará evitar un nuevo fin de semana sin puntos. Colapinto, en tanto, intentará revertir el mal trago hoy desde las 17, cuando inicie la carrera y buscará una actuación que le devuelva confianza y ritmo competitivo en el exigente calendario de la Fórmula 1.

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