Un giro inesperado sacudió la causa por el femicidio de Jimena Beatriz Salas, asesinada de 57 puñaladas en 2017 en Salta. Javier Saavedra, principal acusado del caso, se suicidó ayer en la Alcaidía General de la ciudad, horas antes del inicio de su juicio.

Según informó la Policía, otro interno encontró a Saavedra en un baño del pabellón D con signos de pérdida de sangre. Fue trasladado de urgencia al Hospital del Milagro, pero falleció antes de recibir atención médica.

La investigación del femicidio había enfrentado varios obstáculos: inicialmente, el viudo y un presunto cómplice fueron absueltos, mientras que nuevos indicios permitieron apuntar a los hermanos Saavedra. Javier había sido señalado por homicidio calificado y femicidio, y además enfrentaba cargos por tentativa de homicidio contra un policía durante un intento de fuga.

El ADN fue la prueba clave que relacionó a Javier con el crimen. Según el procurador general Pedro García Castiella, las muestras genéticas encontradas en la escena del delito coincidieron con el perfil del acusado, consolidando su imputación como principal sospechoso

Tras la muerte de Saavedra, el Ministerio Público Fiscal dispuso medidas para esclarecer los hechos. Se espera que el Poder Judicial anuncie la suspensión del juicio previsto para este martes, mientras la causa continúa bajo investigación.

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