La Organización de Estados Americanos (OEA) confirmó que
Nicolás Maduro mantiene ocultos los resultados que dieron la victoria electoral
a Edmundo González Urrutia en julio de 2024, y persiste en una política
sistemática de represión ilegal para perpetuarse en el poder. Así lo reveló
Gloria Monique de Mees, relatora para Venezuela de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), durante una sesión del Consejo Permanente de la
OEA.
El informe detalló que el Consejo Nacional Electoral de
Venezuela no ha publicado las actas necesarias para verificar los resultados
oficiales, violando leyes nacionales e internacionales y privando a los
ciudadanos de conocer la verdad sobre su voto. Además, se documentaron más de
2.000 detenciones vinculadas a protestas postelectorales, con al menos 25
muertes, la mayoría por disparos de bala.
La CIDH advirtió que la represión estatal incluye
detenciones arbitrarias prolongadas, desapariciones forzadas y condiciones
inhumanas para presos políticos, sin avances en investigaciones o rendición de
cuentas. Periodistas y profesionales de medios también han sido víctimas de
detenciones arbitrarias, reflejando un patrón de censura y control.
El embajador argentino en la OEA, Carlos Cherniak, destacó
la grave situación de derechos humanos, mencionando el caso de la desaparición
forzada del gendarme argentino Nahuel Gallo como ejemplo de la violencia
sistemática del régimen. Varios países miembros de la OEA expresaron críticas
al gobierno de Maduro, mientras otros optaron por el silencio diplomático.
La situación confirma el colapso democrático en Venezuela,
donde la dictadura reprime la disidencia, manipula la justicia y silencia a la
oposición para mantenerse en el poder, en medio de una profunda crisis política
y social.
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