Después de más de una década, el fútbol argentino se
prepara para un cambio histórico: el regreso de los hinchas visitantes a las
canchas de Primera División. La prueba piloto se oficializará este jueves al
mediodía y tendrá lugar este sábado 19 de julio de 2025, a las 16:30, en el
partido entre Lanús y Rosario Central. Esta decisión, largamente esperada por
los fanáticos, es en parte impulsada por el fervor que generó el retorno de
Ángel Di María al fútbol argentino.
La prohibición de público visitante se implementó en 2013
tras una serie de incidentes graves, incluyendo la muerte de Javier Gerez en
las inmediaciones del estadio de Estudiantes. Un intento de prueba piloto ese
mismo año, con un triangular que terminó con dos muertos por una interna de la
barra de Boca, consolidó la medida. Desde entonces, solo la Copa Argentina
permitía la presencia de ambas parcialidades, mientras que la Liga local y el
Ascenso mantenían la restricción.
La oficialización de esta prueba se dará en un cónclave
clave en el centro de monitoreo de la Policía Bonaerense. En la reunión estarán
presentes el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso; el presidente de
la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia; y los titulares de Lanús y Rosario
Central, Nicolás Russo y Gonzalo Belloso, respectivamente, junto al director
del Aprevide, Guillermo Cimadevilla. Las condiciones preliminares incluyen la
asignación de 7.000 localidades para los visitantes (Central solicitaba 12.000),
la prohibición de micros escolares para el traslado de barras y filiales, y
restricciones en el tamaño de las banderas.
Este primer paso no implica un regreso total e inmediato de
los visitantes a todos los estadios. Las autoridades de la Provincia de Buenos
Aires considerarían solo un encuentro por fecha inicialmente, pudiendo
extenderse a uno por día si no se registran incidentes. La decisión responde a
la necesidad de no desatender la seguridad en las calles y la resistencia de
algunos clubes con estadios completamente abonados a ceder localidades a la
parcialidad rival. Si la prueba resulta exitosa, la vuelta de Di María podría
significar una victoria aún mayor para el fútbol argentino: la recuperación de
una de sus tradiciones más arraigadas.