Un equipo de científicos ha realizado un descubrimiento
fascinante en la Fondazione Museo Miniscalchi-Erizzo, en Verona, Italia: un
astrolabio de más de 1000 años de antigüedad que ha sido comparado con un
"smartphone" del mundo antiguo por su capacidad para facilitar el
intercambio de conocimiento entre diferentes culturas.
La historiadora de Cambridge, Federica Gigante, fue quien
identificó la singularidad de este artefacto astronómico, que data
aproximadamente del siglo III a.C., en la era de Apolonio de Perga.
Originalmente diseñado para identificar la posición y altura de las estrellas
en el cielo, el astrolabio permitía medir las distancias del sol y la luna a la
Tierra y llegó a registrar alrededor de 850 estrellas. Eruditos musulmanes de
la época también lo utilizaron para propósitos prácticos como ubicar La Meca y determinar
los horarios de oración.
Sin embargo, lo que eleva a este astrolabio a la categoría
de "smartphone" antiguo son las modificaciones y adaptaciones que
sufrió a lo largo del tiempo. Durante su uso, el dispositivo fue objeto de
traducciones del árabe al hebreo y de correcciones en los valores de latitud de
diversas ciudades.
La investigadora Gigante explica que estas revisiones de latitud eran análogas a "añadir aplicaciones a un teléfono inteligente" en la antigüedad. Su comentario subraya la función del astrolabio como una herramienta interactiva que trascendió fronteras culturales y geográficas, permitiendo la comunicación y el intercambio de información científica entre árabes y judíos.
En esencia, este antiguo astrolabio no solo era un
instrumento científico avanzado para su tiempo, sino también un medio crucial
para la conexión y el flujo de conocimiento entre diversas comunidades y
culturas del mundo antiguo, justificando así su sorprendente comparación con el
dispositivo de comunicación moderno.