La descompensación cardíaca que sufrió Joaquín Levinton en un bar porteño volvió a poner en primer plano al infarto agudo de miocardio, una de las principales causas de muerte en el país. La rápida intervención del SAME permitió su traslado y atención médica oportuna.

El infarto ocurre cuando se interrumpe de manera brusca el flujo de sangre que nutre al corazón, generalmente por la obstrucción de una arteria coronaria. La causa más habitual es la ateroesclerosis: la acumulación de grasa y colesterol que forma placas y puede desencadenar coágulos.

El síntoma más frecuente es una presión intensa en el pecho, que puede irradiarse a brazos, espalda o mandíbula. También pueden aparecer sudor frío, mareos, náuseas, falta de aire o un cansancio repentino. En mujeres, adultos mayores y personas con diabetes, el cuadro puede ser atípico y pasar inadvertido.

En Argentina se registran alrededor de 40 mil infartos por año, con una mortalidad cardiovascular cercana al 30% del total de las muertes. Factores como hipertensión, colesterol alto, tabaquismo, obesidad y sedentarismo elevan de forma significativa el riesgo.

Los especialistas coinciden en que la prevención es clave: controles médicos periódicos, alimentación saludable, actividad física regular y abandono del tabaco podrían evitar hasta ocho de cada diez eventos cardiovasculares. Ante síntomas persistentes, la consulta inmediata resulta decisiva para salvar vidas.

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