Sociedad: La fe y la tradición se manifestaron en la noche previa al Milagro de la Cruz
03/05/2017
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La comunidad religiosa y los vecinos comenzaron anoche con el encendido de luminarias, una costumbre antiquísima que se vive antes de la celebración de uno de los máximos emblemas religiosos de la provincia.
El tradicional encendido de luminarias en la víspera al 3 de mayo es una costumbre heredada que está arraigada en el acervo cultural y religioso de los correntinos. Los vecinos que habitan las inmediaciones a la iglesia de calle Belgrano revalorizan esta práctica de antaño.
época dialogó con residentes del barrio La Cruz, quienes mantienen vigente este rito que se anticipa a la festividad que se llevará a cabo hoy a uno de los principales emblemas religiosos de la provincia.
La costumbre trasmitida de generación en generación de padres a hijos, de abuelos a nietos, continúa en vigor. En diálogo con este medio, Claudia comentó el motivo por el cual decidió seguir con esta tradición: “Mi participación es para que esta práctica que, lamentablemente se empieza a perder, no desaparezca. Este año se publicó mucho en las redes sociales para acompañar las vísperas a la celebración religiosa con las velas encendidas en las casas. Por mi parte, es una tradición heredada de mi familia, desde que éramos niños”. La vecina encendió seis velas al azar y vinculó esta costumbre a la fe en el Milagro de la Cruz.
En tanto, Mirna, una feligresa de la zona, se acercó a los residentes que viven cerca de la Iglesia ubicada por calle Belgrano, a repartir velas para la vigilia e indicó: “Lo que cuenta la historia es que antes se iluminaba el camino de la Cruz con las luminarias en la calle, como antes no había luz artificial, se usaban velas y candilejas para acompañar el camino hacia la ermita. Es muy difícil que se mantenga esta tradición acá en el centro, en cambio he notado mayor participación en los barrios”, dijo aunque reconoció que hay gente que participa. “Se perdió la costumbre pero la idea es fomentar y contar a las personas el significado de las luminarias porque no saben de su historia”, sostuvo.
“Esta práctica la venimos haciendo desde que tengo uso de razón con mis abuelos y mis padres, creo que es muy importante, más que nada para intentar recibir buenas energías, cambiar la mente que tenemos los correntinos que somos cerrados, y esto es un intento de llevar esperanza, cuando uno va caminando es lindo ver que en cada casa hay una velita encendida. En los barrios he visto que prenden una vela por familia, pero eso depende de la interpretación que le da cada uno”, sostuvo Mirna.
En esta fecha, muchos se preguntan cuántas velas deben encenderse, más allá de esta cuestión lo importante para los que comparten este ritual es el de participar y continuar con la rica y significativa tradición. Algunas familias encienden una vela por cada miembro del grupo familiar, otras tres por el respeto a la Santísima Trinidad y también por la fecha de la fundación de la ciudad, y hay quienes encienden siete por las puntas de la ciudad de Corrientes.
En el caso de Francisco, quien habita por calle Moreno detrás de la Iglesia que mañana será el epicentro de múltiples actividades, expresó: “Nosotros prendemos siete velas por la tradición, creo que hay poca participación, pero la gente de acá del barrio siempre mantiene vigente la simbología”.
“Lo que buscamos con el encendido de velas es encontrar la luz espiritual que nos guíe en nuestro camino para no desviarnos del sendero correcto, se prende ahora y mañana a la noche también una vez que se consuma todo”, expresó a época.
Marilina, otra vecina que vive por calle Salta frente a la plaza que ayer inauguró su remodelación, indicó que esta tradición viene de familia desde que era pequeña. “En la antigüedad se iluminaba el camino hacia la Iglesia, las luces guiaban hacia la ermita”, rescató.
Esta residente del barrio pidió que la Cruz le conceda a todos los habitantes de la provincia, precisamente a los del interior, una mejora en el tiempo porque la gente está pasando necesidades, pido el milagro para que acompañe el clima y se drene el agua, y a nuestros gobernantes que hagan todo lo posible con las medidas necesarias para que el desagüe sea el correcto. La gente de la ciudad no sabe el sufrimiento y la pérdida económica que significan estas inundaciones y las necesidades que están pasando”, apuntó.
Ante la consulta de por qué disminuyó la participación con el encendido de luminarias, declaró: “Esta sociedad está perdiendo los valores y las tradiciones. La sociedad está mutando, yo no estoy en contra de la modernidad, al contrario me encanta el progreso. Pero hay momentos en que la sociedad involuciona porque pierde sus raíces”, finalizó.
Una vez más la sólida creencia que mantiene viva la llama trasmite calidez y esperanza al día previo de rendirle honores al Milagro de la Cruz. Se reconoce a la iluminación que emana a los creyentes en el caminar. Esta relación se repite año tras año y a través de un recorrido por el barrio que hoy concentrará la mayor festividad, en cada uno de los relatos, se notó un intento de entrar en comunión con Dios, la Virgen y nuestros mayores que iluminaban con velas y candiles su peregrinación hasta la ermita.
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