La adolescente de 16 años detenida por la muerte a puñaladas de su novio en Lanús brindó su primera declaración judicial y reconstruyó, ante el fiscal Juan Ignacio Colazo, los momentos previos al hecho ocurrido el 26 de noviembre. Acompañada por su abogada, la joven aseguró que la discusión surgió en medio de un forcejeo y que su intención no fue causar una herida mortal.

Según su relato, la pareja mantenía una convivencia intermitente y ese día habían pasado gran parte del tiempo juntos. La discusión comenzó cuando ella quiso salir a comprar comida y él se opuso, lo que derivó en gritos, tensión y un conflicto que se trasladó desde la habitación hasta el patio delantero. Allí, afirmó, reclamó sus llaves y pidió que él se retirara del lugar.

La adolescente sostuvo que la situación se desbordó cuando ambos forcejearon y la moto del joven quedó dañada. Dijo que él reaccionó con furia y la siguió hasta el interior de la vivienda, donde —según su versión— la tomó del cabello y la golpeó contra una puerta. En ese contexto, aseguró haber tomado un cuchillo “para asustarlo”, sin intención de lesionarlo.

De acuerdo a su declaración, el joven se apartó repentinamente y le dijo “me diste en el corazón”, mientras la sangre comenzaba a brotar de su pecho. La acusada afirmó que intentó pedir ayuda llamando a una ambulancia y luego avisó a familiares, aunque admitió que mintió inicialmente a la policía por miedo a ser detenida.

La investigación continúa analizando la secuencia de hechos, los testimonios y los informes periciales para determinar si la versión de la adolescente coincide con las evidencias. Mientras tanto, la causa avanza bajo la órbita de la Justicia de Responsabilidad Juvenil, que deberá definir si actuó en un contexto de violencia previa o si se trató de un ataque deliberado.

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