Un devastador incendio en el complejo residencial Wang Fuk Court, en Hong Kong, elevó la cifra de muertos a 94 y dejó a decenas de personas desaparecidas. Las llamas comenzaron en un andamio de bambú el miércoles por la tarde y se propagaron rápidamente a siete de las ocho torres, impulsadas por el viento y materiales altamente inflamables.

Equipos de bomberos continuaron revisando piso por piso los edificios afectados, enfrentando condiciones extremas por la caída de escombros, altas temperaturas y visibilidad limitada. Más de 70 personas resultaron heridas, incluidos 11 bomberos, mientras 900 residentes fueron evacuados a refugios temporales.

Investigaciones preliminares señalan que la empresa constructora responsable del proyecto habría utilizado materiales inseguros, incluidos paneles de espuma plástica, lo que facilitó la rápida propagación del fuego. Tres directivos de la firma fueron arrestados bajo sospecha de homicidio involuntario y se abrió una investigación sobre posible corrupción en el proyecto.

El gobierno local anunció revisiones a las normativas de seguridad, especialmente en el uso de andamios de bambú, y consideró la transición a estructuras metálicas más resistentes al fuego. Las autoridades buscan garantizar inspecciones inmediatas en todos los proyectos de renovación importantes en la ciudad.

Mientras tanto, residentes afectados y familiares de desaparecidos permanecen en espera de noticias y denuncian la velocidad con que el fuego arrasó el complejo, en un siniestro que supera en gravedad a cualquier incendio reciente en Hong Kong y deja profundas heridas en la comunidad local.

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