El Gobierno nacional puso en marcha la segunda fase de su
plan de concesiones viales, con el lanzamiento de una licitación pública
nacional e internacional para traspasar a la gestión privada más de 1.800
kilómetros de rutas. El anuncio fue realizado por el ministro de Economía, Luis
Caputo, quien destacó que el nuevo esquema busca modernizar la infraestructura
y reducir el gasto público.
Los tramos incluidos en esta etapa son el
Sur-Atlántico-Acceso Sur, que abarca las rutas 3, 205, 206 y las autopistas
Riccheri, Newbery y Ezeiza–Cañuelas, con una extensión total de 1.325
kilómetros; y el tramo Pampa, que cubre 547 kilómetros entre Luján y Santa Rosa
sobre la Ruta 5. Ambos corredores serán concesionados bajo contratos de
participación público-privada.
Caputo explicó que el modelo apunta a reemplazar un sistema
“deficitario” por otro “transparente y competitivo, sin subsidios del Tesoro”.
Además, anticipó que este martes se conocerán las ofertas para operar la
denominada “ruta del Mercosur”, un corredor estratégico para el comercio
regional.
El proceso licitatorio ya despertó el interés de siete
empresas nacionales, entre ellas Rovella Carranza, Panedile, Benito Roggio e
Hijos y Autovía Construcciones. La adjudicación definitiva se prevé para antes
de fin de año, con el objetivo de que los nuevos concesionarios comiencen a
operar a comienzos de 2026.
Con este paso, el Gobierno avanza en su hoja de ruta para
atraer inversiones privadas en infraestructura y consolidar un modelo de
gestión que prioriza la eficiencia, la competitividad y el equilibrio fiscal.
#Privatizaciones #ConcesiónDeRutas #LuisCaputo
#GobiernoNacional #InversiónPrivada #InfraestructuraVial




