El transporte público de Corrientes atraviesa una discusión clave en torno al valor del boleto urbano. Ayer, el Sistema Integrado de Movilidad Urbana (Simu) se reunió para evaluar las propuestas de incremento presentadas por el Ejecutivo Municipal y el sector empresario.

Según la propuesta oficial, el boleto subiría un 45%, alcanzando los $1.895. En cambio, la postura empresarial es más drástica: un ajuste del 73% que llevaría la tarifa a $2.370, lo que convertiría a Corrientes en una de las ciudades con el pasaje más caro del país.

La concejal Mercedes Franco Laprovitta calificó la suba como “una barbaridad”, al señalar que el boleto se ubicaría casi en los $2.000. Además, recordó que el tema será tratado en Audiencia Pública antes de su votación en el Concejo Deliberante.

El debate surge en un contexto de fuertes aumentos en combustibles e insumos básicos que afectan la prestación del servicio. Empresarios y autoridades coinciden en la necesidad de actualización, aunque difieren en el monto final que debería pagar el usuario.

Con este posible ajuste, Corrientes quedaría en el centro de la discusión nacional sobre el costo del transporte, en un escenario de inflación que golpea directamente el bolsillo de los trabajadores y estudiantes.

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