La localidad de Riachuelo vivió una intensa jornada de fe ayer, 7 de agosto, al celebrar la festividad de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. Desde la medianoche, cientos de fieles comenzaron a acercarse al santuario para participar de la vigilia y elevar sus plegarias.

Con el lema “Como San Cayetano, seamos peregrinos de esperanza”, el día estuvo marcado por misas, rezos y un clima de profundo recogimiento espiritual. La primera misa fue presidida por el padre Antonio Rosi, quien destacó la importancia de la fe en tiempos difíciles.

Durante toda la jornada, el santuario permaneció abierto para recibir a peregrinos que encendieron velas y dejaron cartas con peticiones y agradecimientos. Las misas de las 9, 11 y 16 horas convocaron a gran cantidad de personas, pero fue la procesión de la tarde, encabezada por el arzobispo José Adolfo Larregleín, la que se convirtió en el momento más emotivo.

La comunidad también compartió un almuerzo fraterno y participó del tradicional bono contribución. La misa final, celebrada a las 20:30, reunió a cientos de devotos que colmaron las inmediaciones del templo, cerrando la jornada con un mensaje de unidad y esperanza.

El evento fue organizado por la Parroquia San Cayetano, con el apoyo de la Municipalidad de Riachuelo y la Arquidiócesis de Corrientes, en un marco de respeto, fe y compromiso comunitario.

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