El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a
expresar ayer su firme respaldo a Jair Bolsonaro, calificando el proceso
judicial que enfrenta el exmandatario brasileño como una "caza de
brujas". Las declaraciones de Trump se producen después de que la fiscalía
solicitara la condena de Bolsonaro en una causa por golpismo, elevando la
tensión entre Washington y Brasilia, y reiterando una semana después sus
amenazas de aplicar aranceles del 50% a productos brasileños si no cesa lo que
considera una persecución política.
Trump, antes de viajar a Pensilvania para una cumbre sobre
energía, defendió a Bolsonaro, a quien considera "un buen hombre" y
"no deshonesto", destacando su amor por el pueblo brasileño y su
lucha por este. Las acusaciones contra Bolsonaro y otros siete coacusados
incluyen "golpe de Estado", "organización criminal armada"
y "tentativa de abolición violenta del Estado democrático de
derecho", en relación con un supuesto intento de impedir la asunción de Luiz
Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022.
El mandatario estadounidense ahondó en su relación con
Bolsonaro, a quien describió como un "conocido" y un
"representante de millones de brasileños". En este sentido, Trump
enfatizó que Bolsonaro era un presidente "respetado, muy respetado",
y que el intento de "meterlo en la cárcel" es "muy
lamentable". Sus comentarios reflejan una clara injerencia en los asuntos
internos de Brasil, manifestando abiertamente su desaprobación hacia las
acciones del gobierno de Lula.
La semana pasada, Trump ya había elevado la apuesta al
amenazar con aranceles del 50% a todos los productos brasileños a partir del 1
de agosto, vinculando explícitamente esta medida al proceso contra Bolsonaro.
Según Trump, la Justicia brasileña no solo lleva a cabo una "caza de
brujas", sino que también emite "órdenes secretas" e
"ilegales" contra empresas de internet estadounidenses que han sido
sancionadas en Brasil por presuntas violaciones de sus leyes.