Santo Tomé, Corrientes, se encuentra en plena fase de
recuperación tras las intensas lluvias que azotaron la región, acumulando más
de 415 milímetros de agua en tan solo tres días. La situación llevó al Gobierno
provincial a activar un protocolo de emergencia, brindando asistencia a más de
200 familias y registrando al menos 10 personas autoevacuadas.
El ministro de Acción Social de Corrientes, Adán Gaya,
confirmó el despliegue de un sistema articulado junto al municipio y Defensa
Civil para atender a los damnificados. "Estamos acompañando con alimentos,
colchones y abrigo", afirmó Gaya, detallando que la prioridad es llegar a
los hogares más afectados, especialmente en parajes de difícil acceso, donde
unas 30 familias quedaron aisladas y requieren asistencia con lanchas.
El director de prensa del municipio de Santo Tomé, Santiago
Ramírez, precisó que las intervenciones se concentraron en barrios como Itacuá,
Centenario, Tablada, la zona ferroviaria y La Curtiembre, sumando más de 215
acciones. Además, se clausuraron preventivamente dos puentes urbanos.
La vigilancia sobre el río Uruguay es constante. Ramírez
informó que, si bien el nivel de alerta se sitúa en 11,50 metros, el río ya
alcanza los 7,50 metros y crece a un ritmo de cinco centímetros por hora,
manteniendo a las autoridades en alerta máxima.
A pesar de la magnitud del temporal, la ciudad muestra
signos de normalización. Las clases se reanudaron y los comercios han vuelto a
abrir sus puertas, marcando un lento pero firme regreso a la rutina.