Lo que hasta hace poco se consideraba chatarra tecnológica, hoy puede ser un tesoro. Millones de personas han descartado sus teléfonos móviles antiguos, creyéndolos sin valor, pero la creciente demanda de tecnología retro los ha transformado en objetos codiciados por coleccionistas, inversores y museos tecnológicos. Modelos lanzados entre los años ochenta y principios de los dos mil están alcanzando precios que superan fácilmente los miles de euros o dólares en plataformas de reventa y subastas internacionales.

El auge del coleccionismo tecnológico

La clave de esta revalorización reside en el estado de conservación del dispositivo. Cuanto más inusual o escaso sea el modelo, y si conserva su caja original, manuales, cargadores e incluso precintos de fábrica, mayor será su valor en el mercado.

Un claro ejemplo es el Nokia 8800 Carbon Arte, lanzado en 2013 con un diseño de lujo. Fabricado con fibra de carbono, titanio y vidrio templado, este modelo se ofrece actualmente por hasta 3.500 euros en sitios especializados, a pesar de sus especificaciones técnicas ya superadas.

Pero son los modelos aún más antiguos los que alcanzan cifras impactantes. El Motorola DynaTAC 8000X, considerado el primer teléfono móvil comercial del mundo (presentado en 1983), puede superar los 21.000 euros en subastas privadas si está en funcionamiento y con documentación original. Su relevancia histórica lo convierte en una auténtica joya para coleccionistas.

El iPhone de primera generación, un objeto de culto

El iPhone de primera generación, lanzado por Apple en 2007, es otro dispositivo que se ha convertido en un objeto de culto. Al ser el pionero de la era de los smartphones modernos, es altamente buscado por coleccionistas. Su valor se dispara si se encuentra nuevo, sellado y sin activar. En 2023, un modelo en estas condiciones se vendió por más de 63.000 dólares en una subasta en Estados Unidos, y algunos ejemplares únicos han superado incluso los 100.000 dólares.

Esta revalorización no solo se explica por la nostalgia, sino también por una corriente de coleccionismo vinculada a la historia de la tecnología. Los dispositivos que marcaron hitos en la evolución de las telecomunicaciones o que representan un punto de inflexión en el diseño y la funcionalidad son los más apreciados. Su valor radica no solo en su rareza, sino también en el relato que conllevan.

Plataformas de subastas como eBay y casas especializadas, así como portales dedicados a la compraventa de tecnología vintage, están en auge, conectando a una comunidad de usuarios interesados en conservar, restaurar o invertir en estos dispositivos históricos. Si tienes viejos móviles de marcas como Nokia, Motorola, Sony Ericsson o Apple guardados, especialmente ediciones limitadas o lanzamientos iniciales, podrían tener un valor que supera ampliamente su costo original. Incluso unidades que no funcionan, pero con valor histórico o estético, pueden ser de interés para coleccionistas.