La situación en Medio Oriente ha experimentado un nuevo
giro de tensión tras la detección, por parte del Ejército de Israel, del
lanzamiento de dos proyectiles desde territorio sirio, un hecho inédito desde
la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024. Los proyectiles
impactaron en zonas deshabitadas de los Altos del Golán, activando las sirenas
en los asentamientos de Haspin y Ramat Magshimim.
La respuesta israelí fue inmediata. Las Fuerzas de Defensa
de Israel (FDI) lanzaron un contraataque con fuego de artillería dirigido hacia
objetivos en el sur de Siria, específicamente en la región del río Yarmuk,
provincia de Daraa. Este bombardeo de represalia, según la agencia siria SANA,
buscaba neutralizar infraestructuras que pudieran representar una amenaza para
la seguridad israelí.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, emitió un
comunicado responsabilizando directamente al presidente sirio interino, Ahmed
al Sharaa, por cualquier acto hostil proveniente de su país, y aseguró que se
tomarán las medidas adecuadas para prevenir futuras agresiones. Por su parte,
las autoridades sirias respondieron que los proyectiles fueron lanzados por
actores que buscan "desestabilizar la región" y prometieron que Siria
no será "una amenaza para nadie".
Desde la caída de Bashar al Assad, la región ha sido
testigo de un aumento de las tensiones militares. Bajo el liderazgo de Al
Sharaa, la relación entre Siria e Israel se ha deteriorado, con Israel
realizando frecuentes operativos para destruir lo que considera amenazas
potenciales. En este contexto, Israel ha reforzado su control sobre los Altos
del Golán, territorio capturado a Siria en 1967.
El servicio de emergencias israelí, Magen David Adom,
confirmó que no se registraron víctimas ni daños materiales. Sin embargo, este
incidente podría presagiar una escalada en las acciones militares en el área,
complicando aún más los intentos de estabilización y paz en la región. Las
comunidades israelíes en los Altos del Golán permanecen en estado de alerta
mientras las fuerzas armadas monitorean intensamente la situación.
Adicionalmente, la tensión se extiende al sur de Israel,
donde las FDI interceptaron un misil lanzado desde Yemen, tras declaraciones de
los rebeldes hutíes que confirmaron ataques hacia Israel en represalia por sus
operaciones contra Hamás en la Franja de Gaza. Israel enmarca sus operaciones
militares recientes como parte de una estrategia defensiva continua para
desmantelar posibles infraestructuras terroristas y proteger a sus ciudadanos,
buscando evitar que tecnología militar avanzada llegue a manos de las nuevas
autoridades en Damasco.