La administración del presidente Donald Trump anuló este
martes una directriz impuesta por su predecesor, Joe Biden, que obligaba a los
hospitales a practicar abortos en situaciones de emergencia médica, incluso en
estados con restricciones al procedimiento.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS)
anunciaron que la guía emitida en 2022, que interpretaba una ley federal que
garantiza el acceso a atención médica de emergencia, no se alineaba con la
política actual del gobierno de Trump. Esta entidad, dependiente del
Departamento de Salud y Servicios Humanos, buscará "corregir cualquier
incertidumbre legal o inestabilidad" que, a su juicio, haya sido causada
por la administración anterior.
La directriz de Biden y sus implicancias
La directriz revocada por Trump había sido publicada en
julio de 2022, poco después de que la Corte Suprema de Estados Unidos, con una
mayoría conservadora de 6 a 3, anulara el fallo Roe vs. Wade de 1973, que había
establecido el derecho constitucional al aborto en todo el país.
El objetivo de la guía de Biden era recordar a los
profesionales de la salud sus obligaciones bajo la Ley de Tratamiento Médico de
Urgencia y Trabajo de Parto (EMTALA), una normativa federal de 1986. Esta ley
exige que los hospitales que reciben fondos de Medicare brinden atención médica
de emergencia para estabilizar a los pacientes, sin importar su capacidad de
pago. Medicare es el programa federal de salud para personas mayores, y el
incumplimiento de EMTALA puede resultar en la pérdida de esa financiación para
los centros médicos.
La interpretación de 2022 especificaba que, bajo EMTALA,
los médicos estaban obligados a realizar un aborto si era médicamente necesario
para atender una emergencia y estabilizar a la paciente. Según esa
interpretación, la ley federal se imponía sobre las legislaciones estatales que
no contemplaran excepciones para casos de urgencia, lo que generó una
controversia significativa entre los estados con leyes antiaborto estrictas y
la política federal.