Tras meses de turbulencia política, Lee Jae-myung es el
nuevo presidente electo de Corea del Sur. El líder centroizquierdista ganó las
elecciones anticipadas, asumiendo el cargo bajo la sombra de un juicio penal
abierto por corrupción, que amenaza con convertirse en el principal obstáculo
de su mandato.
La victoria de Lee marca el retorno al poder del liberal
Partido Democrático (PD), después de la destitución y arresto del conservador
Yoon Suk-yeol. Yoon había sido apartado de su cargo tras la imposición
inconstitucional de la ley marcial en diciembre.
En una campaña donde buscó mostrar un discurso moderado,
Lee Jae-myung obtuvo el 48,86% de los votos, superando al conservador Kim
Moon-soo, del Partido del Poder Popular, quien consiguió el 41,98%. La asunción
de Lee está programada para este miércoles. El nuevo líder surcoreano deberá
navegar complejas relaciones internacionales, especialmente con la política
arancelaria de Donald Trump en Estados Unidos y el avance del programa nuclear
de Pyongyang.
Un perfil marcado por la superación y la polémica
Nacido en 1964 en Andong, Lee Jae-myung creció en la
pobreza. Con una beca, completó sus estudios de Derecho y forjó una carrera
como abogado de derechos humanos. En 2004, se unió al Partido Liberal y, de
2010 a 2018, ejerció como alcalde de Seongnam, una ciudad dormitorio de Seúl.
Posteriormente, fue gobernador de Gyeonggi, la provincia más poblada del país.
Durante su gestión, se destacó por sanear las finanzas
públicas e implementar programas sociales innovadores, como un ingreso básico
universal para jóvenes. Sin embargo, su carrera también ha estado marcada por
escándalos familiares y, de manera persistente, acusaciones de corrupción. Sus
críticos lo vinculan a un presunto esquema irregular en un proyecto
urbanístico, donde un funcionario relacionado fue hallado muerto en 2021.
Un juicio crucial al inicio de su presidencia
Lee, quien por un estrecho margen había perdido las
elecciones presidenciales de 2022 frente a Yoon, relanzó su carrera política
con un enfoque más conciliador. Fue nominado oficialmente candidato del PD el
27 de abril, días después de que el Tribunal Constitucional destituyera a Yoon.
La sombra de la Justicia se cierne sobre su mandato. El
Tribunal Supremo ordenó en mayo la reapertura de un juicio contra Lee por
supuesta falsedad en declaraciones vinculadas al caso del proyecto urbanístico
de Daejang-dong. Aunque había sido absuelto en segunda instancia, el Supremo
anuló el fallo y la nueva audiencia está fijada para el 18 de junio.
La Constitución surcoreana prohíbe el procesamiento penal
de un presidente durante su mandato, salvo por insurrección o traición. No
obstante, los expertos discrepan sobre si los juicios iniciados antes de la
investidura pueden continuar. Aunque no sea destituido, si el Tribunal Superior
acata la postura del Supremo, como se espera, Lee enfrentará el lastre de esta
acusación durante una parte significativa de su presidencia.