El partido Morena, liderado por la presidenta Claudia
Sheinbaum, ha logrado un control sin precedentes sobre los tres poderes del
Estado en México. Tras las históricas elecciones judiciales celebradas el
pasado domingo, Sheinbaum no solo cuenta con la presidencia y una mayoría en el
Congreso, sino que también se ha asegurado una Suprema Corte de Justicia afín a
su proyecto político.
La gran sorpresa de estos comicios fue la alta votación
obtenida por Hugo Aguilar, un abogado indígena mixteco y exasesor de la antigua
guerrilla zapatista. Aguilar, conocido por sus camisas con bordados autóctonos
y su trayectoria en la reivindicación de los derechos indígenas, se perfila
como el nuevo presidente del máximo tribunal, en un giro que marca un antes y
un después en la conformación del Poder Judicial mexicano.
El Tribunal Supremo era un objetivo clave para el
expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo había señalado como un
obstáculo para su "transformación" y defensor de las élites. La
oposición, que había llamado a la abstención en estas elecciones, ha denunciado
la consolidación de un "régimen totalitario" ante el absoluto control
gubernamental de los poderes del Estado y la mayoría de las gobernaciones.
La nueva conformación de la Corte Suprema estará integrada
por cinco mujeres y cuatro hombres, cuyas candidaturas fueron propuestas tanto
por el gobierno como por el Congreso. Entre las elegidas se encuentran
magistradas que ya habían apoyado iniciativas de López Obrador y Sheinbaum,
como la reforma constitucional que hizo posible la elección de jueces,
incluyendo a Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz. A pesar de las
acusaciones de plagio de tesis que enfrentó Esquivel en 2022, su nombramiento
sigue adelante.
Los comicios, aunque significativos, tuvieron una baja
participación, convocando apenas entre el 12% y 13% del electorado mexicano.
Hugo Aguilar, nacido en Oaxaca en 1973, es un abogado con maestría en derecho
constitucional que ha dedicado su carrera a los derechos indígenas y trabajó en
el gobierno de López Obrador. Su pasado como asesor jurídico del EZLN durante
las negociaciones con el gobierno en los años 90 añade una dimensión histórica
a su ascenso. "Hay una deuda importante" con los pueblos originarios,
afirmó Aguilar, siguiendo los pasos de otro célebre indígena oaxaqueño, Benito
Juárez, quien también lideró la Corte Suprema antes de convertirse en
presidente de México.