La calma del campus de la Universidad Estatal de Florida
(FSU) se vio abruptamente interrumpida por un tiroteo que, según la policía de
Tallahassee, resultó en la muerte de dos personas y heridas en al menos otras
cinco. Las autoridades informaron que uno de los heridos se encuentra en estado
crítico, mientras que los demás sufrieron lesiones graves. Tras el incidente,
se confirmó la detención del presunto tirador, identificado como Phoenix Ikner,
de 20 años, quien tiene un vínculo directo con las fuerzas del orden al ser
hijo de una agente del sheriff del condado de Leon.
El sheriff del condado de Leon, Walt McNeil, reveló que
Ikner era parte del Consejo Asesor Juvenil de la Oficina del Sheriff, lo que le
otorgaba cierta conexión con la institución. La investigación inicial arrojó
que el arma utilizada en el ataque pertenecía a la madre del sospechoso, una
oficial con más de 18 años de servicio y con un historial calificado como
"excelente" por las autoridades.
En una declaración enfática, el sheriff McNeil aseguró que
se buscará la máxima pena para el responsable, enviando un mensaje contundente
de intolerancia hacia este tipo de violencia en la comunidad y a nivel
nacional. "Este hecho es trágico en más formas de las que ustedes en la
audiencia podrían imaginar desde la perspectiva de las fuerzas del orden",
expresó conmovido.
El jefe de policía de la Universidad Estatal de Florida
(FSU), Jason Trumbower, informó que el presunto tirador también está recibiendo
atención médica en un hospital local, al igual que los cinco heridos que fueron
trasladados para su tratamiento. Trumbower precisó que las dos víctimas fatales
no eran estudiantes de la universidad, aunque sus identidades aún no han sido
reveladas.
Tras el tiroteo, las autoridades confirmaron que el campus
de la FSU fue asegurado y la amenaza "neutralizada". Sin embargo, se
instó a la comunidad universitaria a evitar el edificio del Student Union,
epicentro del incidente, que permanece bajo investigación como escena del
crimen. Se dispuso un sistema de autobuses para trasladar a los estudiantes a
un punto de reunificación en el Donald L. Tucker Civic Center.
Agencias de seguridad de diversos niveles, incluyendo el
FBI, se encuentran colaborando en la investigación para esclarecer los motivos
detrás de este trágico suceso. El subdirector del FBI, Dan Bongino, comunicó el
despliegue de agentes en el lugar, mientras que la fiscal general Pam Bondi
expresó su preocupación y ofreció el apoyo de su oficina. El presidente Donald
Trump también fue informado del tiroteo, calificándolo como un hecho
"horrible".
Mientras la investigación avanza, la comunidad de la
Universidad Estatal de Florida y la ciudad de Tallahassee enfrentan las
consecuencias de este acto de violencia, buscando respuestas y ofreciendo apoyo
a las víctimas y sus familias.
Por P.D.J.S.